Bisabuela de mi hijo (Bonus)
Fecha: 15/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Till_Marqueze, Fuente: SexoSinTabues
... momento de salir, mi nieto pone con su celular la marcha nupcial. Lentamente me voy acercando a él y le digo “¿Todavía te gusta lo que ves amor? ¿Aun te gusta esta vieja maltrecha?” a lo que me contesta que Si y que jamás me cambiaría por nada ni nadie, me abrazó y besó con mucho amor, beso cual correspondí. Lentamente fui besándolo por el cuello y empezando a sacarle la ropa. Bajando por su pecho tonificado, hasta llegar a su entrepierna. Juego un poco con la hebilla de su cinturón y se la desajusto, desabrocho su pantalón y al ir bajándoselo salta ese hermoso pene, el cual me dio a mis (hasta ese momento) últimos dos hijos. Miro a mi amado con una expresión picaresca y paso la lengua por esa maravillosa verga venosa, comienzo a masturbarla y poco a poco inicio con LA chupada de pija (creo que hasta hoy la sigue recordando jeje). Ignacio fue soltando leves gemidos, acompañados por movimientos de su pelvis y colocando una mano sobre mi cabeza para marcar el ritmo y la otra acariciando mi mejilla. Escucharlo hizo que empezara a mojarme y no pude resistirme asi que dirigí una de mis manos a satisfacer parte de mis deseos alojados entre mis piernas, mientras que con la otra pellizcaba mis pezones haciendo que saliera leche. Al cabo de un buen rato siento que la pija de mi nuevo marido comienza a ponerse más y más dura, sus huevos a inflamarse y sus movimientos a ser un poco más bruscos, estaba a punto de acabar asi que, lo miré y le dije que como su nueva mujer quería que me ...
... diera de tomar leche y volví a introducirme ese pene delicioso en la boca, a lo cual no se resistió mucho más y empezó a eyacular dentro de mi boca, vertiendo todos sus espermas hasta mi garganta, ya no me quedaba espacio para tanta corrida y él no paraba, acabó tanto que se me salía por la boca. No quedó todo ahí, luego de eso, Ignacio me colocó boca arriba me besó los labios, donde hacía instantes me escurría su semen, se dirigió a mi oído y me susurró “es mi turno para darte placer”. Solo ese comentario hizo que me mojara. Me beso el cuello muy suavemente, mientras con una mano me acariciaba la cara, el hombro y el pecho; comenzó a besar mis pezones y beber de mi leche luego de unos minutos, continuó bajando por mi vientre, aun algo deformado debido a mis dos embarazos consecutivos y que a mi edad no me regenero como antes. Con sus labios y nariz rozaba mi piel haciendo que se me erizara y escalofríos recorrieran mi cuerpo hasta que llegó a mi Monte de Venus, allí mismo separó mis piernas y delicadamente comenzó a lamer mi vagina. Su lengua era un arma a la cual mi clítoris no podía defenderse, haciéndome estallar de placer, poco a poco comenzó a introducir sus dedos en mi vagina, mientras con su boca bebía mis fluidos. Lo hacía tan bien que no pude resistir el acabar mientras él seguía jugando con su lengua, bebió todos mis fluidos, mi acabada. Me sentía en el limbo. Mi hombre se incorpora, se pone sobre mi y lentamente comienza a meter su glande por donde hacía tiempo había ...