El esposa de mi clienta - Relatos Eróticos

El esposa de mi clienta

Mi nombre lo omitiré, en cambio usare otro, me llamare Alejandro. Tengo 29 años y soy de estatura promedio 177 cm, moreno, un chico normal, cabello ondulado, negro, ojos café. Tengo un negocio en el cual me va relativamente bien, un centro de copiado en impresión, distribución de consumibles en el rollo tecnológico. Hay una chica que viene muy seguido pues es la responsable en una guardería de esas que se han popularizado en México, es madre soltera, pero el padre de su hija convive muy bien con ella y en general con su familia, ella es una miniatura muy guapa, de buenas curvas y buen pecho lo cual es totalmente irrelevante para mí, jajaja, en cambio su ex pareja si que es de mi interés, me saca a mi como unos 10 cm de altura, cabello largo y ondulado que generalmente lleva alborotado, barba bastante poblada, se nota que en algún momento de su vida tuvo un muy buen cuerpo pero ahora es un poco cachetón y con pancita de señor, pero, lo realmente interesante en él es que la mayor parte del tiempo usa pants un poco ajustados o shorts que dejan ver perfectamente la silueta de su pene y huevos, mi mayor fetiche!! Hace un par de horas siendo las 7:40 de 11 de abril llegó el a imprimir algunas cosas de ella para su trabajo, bastantes planeaciones y cosas que les tome poco interés por estarlo observando, cuando iba a mitad de la impresión comenzó a llover bastante duro todo el día había estado nublado como en muchos otros lugares de la república Mexicana, cuando llueve viene muy poca ...

... gente y él tenía que esperar a que menguara la lluvia, comenzamos a platicar como de costumbre, trivialidades, él me preguntó acerca de mi local y cosas por el estilo, yo no dejaba de ver su bulto y creo que en algunas ocasiones me cacho haciéndolo, pero no dijo ni hizo nada por evitar que lo hiciera, ya había terminado de imprimir y le cobré el monto total pero, al devolverle el cambio fue que me hizo erizar la piel, tomó el cambio de mi mano rozando las yemas de sus dedos sobre la palma de mi mano, un gay que se respeta, sabe que esto no es un accidente, él quería algo y empezaba a demostrarlo. Solo pude pensar “aaaaay Fernandito(ese es su nombre)” F: y tienes novia? Seguro cuando estas solo la invitas al local a pasar un rato cachondon A: Jjajaja, no, no tengo pero si invito a veces a alguien para divertirme, los días como hoy que está bastante calmado el día. F: que chingon, a ver cuándo me invitas a mi Fueron escasos dos segundos en los que formule la respuesta A: Pues si quieres ahorita, igual sigue lloviendo bastante, no va a venir nadie F: Va que va, en dónde? O aquí mero en la entrada? A: jajaja, no, pásale mira, aquí detrás del mostrador tengo un cuartito En efecto, tengo un pequeño cuarto detrás del mostrador, en donde guardo mercancía y tengo una cama, baño y regadera, bastante amplio para mis travesuras con alguno que otro cliente que como él querían pasar un rato a gusto. Entrando se empezó a quitar todo y tal cual había imaginado esa pancita lo hacía ver súper ...