Me enamoré de una prosti (parte 7) - Relatos Eróticos

Me enamoré de una prosti (parte 7)

... ella sabe que la amo a morir; ayyyy no seas bruto, pasame suavecito la crema que me duele-- - ¿ quieres que me vaya unos días para que puedan hablar tranquilas ?- -- Eres un baboso y meloso de mierda, no te aguantarías unos días sin verla ni ella sin verte, son dos melosos de mierda-- - Bueno, me retiro para dejarte descansar tranquila- -- Está bien tonto, pero dame un beso antes de irte, déjame que cierre los ojos para imaginar que es ella-- - Mmmmmmmm, tu boca también tiene sabor a Ángeles, la besaste mucho tiempo antes que yo- -- Vete yá tontito, no quiero que me veas llorando-- Salí a la calle para deambular pensando en soledad, mi cabeza era un torbellino de ideas y no lograba centrarme, solamente estaba feliz por haber logrado conquistar el corazoncito de mi ángel adorado, pero sin buscarlo le estaba causando daño a otra persona. Al volver a la casa, habían llamado por teléfono del hospital, ¡ Martita ya era madre ! Ángeles rogaba a su madre para que le permita visitarla y conocer al bebito pero ella no podía abandonar la casa, ¿ adivinen a quien llamaron ?, sí, al sirviente su seguro servidor. Claro que por dentro saltaba de alegría por poder estar un rato con mi cielito pero puse cara de fastidio, además no querían que la hermanita chica estuviese en un hospital. Se vistió muy coqueta y pasamos a comprar un regalo decidiéndonos por una ropita para el bebé y unos bombones para Marta. Obvio que demoramos el viaje más de lo necesario, debía estacionar en cada paraje ...

... desolado para besarnos y tocarnos de modo cada vez más erótico. Al final hicimos el último trayecto con ella sobre mi falda sin bombachita y yo con los pantalones a medio bajar, mi angelito se mecía amorosamente sobre mi miembro entre las nalguitas y casi la ensarto por la conchita al agarrar un pozo con el auto. Por suerte tenía vidrios polarizados y no se veía nada sospechoso desde afuera, solamente que yo no había eyaculado y ella tuvo varios orgasmos en el camino, lucía un erección descomunal no pudiendo entrar al hospital así. Mi tesorito se ofreció a chupármela pero justo vino un policía a decirnos que no debía estacionarme allí. Remedio mágico, del susto perdí la erección al pensar que me había visto haciendo cosas raras con un niña. Hallamos a Martita dormitando con una cunita al costado y se abrazaron efusivamente, alzando al bebé para hacerle cariñitos el cretino se puso a llorar debiendo dárselo a la madre que inmediatamente lo amamantó. Yo bromeaba diciendo que las tetas se le habían puesto suculentas y se las chuparía para beber leche, mi tesorito no tenía sentido del humor mirándome con carita enojada. La abracé llenándola de besos por sus evidentes celos mientras pensaba que habíamos cojido mucho con Marta mientras buscaba acercarme a Ángeles, a la panzona le había inyectado bastante leche en la concha mientras aún soñaba con poder estar cerca de mi angelito para rozarle la mano. -- Estoy muerta de cansancio, no pude dormir un par de días por los dolores-- - ...