ADIESTRANDO A UNA YEGUA 1ª PARTE - Relatos Eróticos

ADIESTRANDO A UNA YEGUA 1ª PARTE

... despedirte de tus amigos, has venido en coche - No, - Mejor, vas a despedirte de tus amigos vas a salir y vas a tomar la derecha y caminar por la acera yo te alcanzaré entendido - Es que ya es tarde y yo vivo cerca de aqui mejor lo dejamos y me voy a casa - No, no te vas a ir a tu casa me vas a obedecer vas a salir tras despedirte y al salir tomaras la derecha y punto entendido - Si - Asi me gusta que obedezcas Apenas pasó un par de minutos, lo vi salir, yo ya habia pagado y me habia puesto en la esquina contraria, para que no me viera en la terraza, empezó a caminar por la acera tal como le dije mi corazón latia a mil, a pesar de mi experiencia,cogí la acera y empecé a seguirlo estaba a unos 30 metros al principio lo fui alcanzando, estabamos llegando a la calle donde yo tenia mi coche, cuando lo alcancé me miró, de nuevo vi el miedo en sus ojos, le dije un simple hola y que me siguiera, entramos en la oscura calle, hasta llegar a mi coche, abrí pero le hice entrar en el asiento trasero mire la oscura calle, nadie entré, estaba sentado, me senté a la vez que mi mano fue a su cola, tiré empezó a dar grititos a la vez que le decia - Me vas a obedecer entendido, a todo lo que te diga, ya esta bien de juegos A su vez su cuerpo fue cayendo sobre el asiento mi mano buscó el cinturon de su pantalón rapidamente se lo aflojé y su boton y cremallera, la bebida aun me hacia estar mas lanzado tiré de la coleta lo hice incorporarse, seguí tirando sin decir nada hasta arrodillarse en el ...

... suelo del coche, lo movi, hasta quedar sus dos nalgas desnudas sobre mis piernas las coloqué, y al instante estaba azotandolo, empecé no fuerte ni flojo, pero en nada estaba dandole con todas mis ganas, aquellas nalgas me incitaban a ello no podia pararme, él gritaba AY AY AY a cada golpe, pero no se apartaba, azote sus carnosos muslos, hasta que de nuevo lo arrodillé, estaba hipando de dolor yo diria llorando, mi placer interior era intensisimo, jamas habia sentido aquello con tan enorme intensidad, el escucharlo gritar de esa manera el dolor en mi mano el verlo ahora llorando arrodillado, aún me faltaba muchas sorpresas esa noche, no paré no di tregua mientras lloraba levanté su camisa y su camiseta cogí en mis manos sus dos gorditas tetillas hasta alcanzar los pezones, los fui apretando muy lentamente pero sin pirar mas y mas y mas sabía ya que en esos momentos el dolor que estaba recibiendo debia ser fortisimo mientras él gritaba de nuevo AY AY asi lo tuve hasta que me cansé un par de minutos despues mas o menos, me levanté un poco del asiento cogí su cabeza y lo tire mientras la apretaba la cabeza contra el asiento, empecé a decirle - Eres una perra, mejor aun - le dije - una yegua, una yegua sin dueño, y yo voy a ser tu dueño, tu dueño totalmente absolutamente, te voy a adiestrar a educar a domar, para mi, desde ahora cuando estes conmigo, no seras un tio, si me gusta que lo seas fuera de esto, pero ante mi, seras una hembra, voy a hacer de ti una hembra una buena yegua, ...