1. Contratada (para coger) III


    Fecha: 27/06/2017, Categorías: Grandes Relatos, Autor: dandar, Fuente: CuentoRelatos

    En cada beso, caricia y lamida descubrí sabrosos y dulces detalles en ese pequeño, durito cuerpo de pendeja. En donde más me demoraba, para su delirio de placer, era en sus pezones parados, su vientre plano con las caderas bien marcadas, su pubis suave, su vulva carnosa, sus nalgas firmes, sus muslos finos y llenos.
    
    Además, Natalia disfrutaba comiéndome la pija y bolas. Entonces, nos revolcábamos en frenéticos 69. Cuando ella explotaba y comenzaba con sus orgasmos, yo bebía sus jugos y largaba mi leche en su boca. Luego, entre espasmos, uníamos nuestros labios e intercambiábamos los líquidos del placer.
    
    Así fue día y noche.
    
    El balance una semana después de que Natalia fuese contratada como empleada doméstica dejaba a favor:
    
    • Estaba con una pendeja deliciosa (pequeña, metro cincuenta y cinco, delgada, preciosa cara, largo pelo negro, ojos color miel, labios carnosos, piernas torneadas, nalgas primorosas, paraditas, duras, y unas tetas impresionantes)
    
    • Le gustaba chuparme la pija.
    
    • Me hacía acabar entre cuatro y cinco veces por día.
    
    • Gozaba besando y lamiéndola desde la frente a sus pies.
    
    • Me rogaba que hunda mi cabeza en su hermosa conchita y culito.
    
    • Chupando y lamiéndola le daba tantos orgasmos que había perdido la cuenta.
    
    En contra, estar con Natalia había causado los siguientes problemas:
    
    • La casa estaba sucia y desordenada.
    
    • Sólo comíamos sándwiches, helados y pizzas encargados.
    
    • Llevaba una semana sin trabajar.
    
    A todo ...
    ... lo descripto le sumaba una preocupación: excepto en su boca, hasta el momento no la había penetrado con mi pija por sus agujeros.
    
    La confesión
    
    Al salir de ducharme, Natalia me esperaba en la cama, con su culito abierto. Pese al maravilloso espectáculo, estaba decidido a pedirle que cojamos.
    
    - Papi, poneme de nuevo helado aquí y comelo… ¡Me encanta sentir el frío y tu lengua caliente cuando se mueve adentro…! – pidió la pendeja, abriendo su orto.
    
    - Mi nena… Quiero hundirte mi pedazo… Todavía no lo probaste adentro…
    
    Natalia giró su cuerpo, se acostó boca arriba y tras mirarme seriamente me dijo:
    
    - Es que me da miedo… La última vez estuve en el hospital culpa de una pija…
    
    Y se largó a llorar.
    
    Luego de tranquilizarla, Natalia me confesó.
    
    - Vine a su casa a pedir trabajo porque mi mamá me echó. Fue después de que a la siesta entró a mi pieza y encontró a su hermano clavándome por atrás, yo a cuatro patas chupando la pija de mi hermano mayor, Pedro, y pajeando a Juan y Rubén…
    
    - ¡Estabas en una orgía! ¿Y cuántos años tienen ellos?
    
    - Mi tío Roberto, 57 años; Pedro, 38; Juan, 29; y Rubén, 26…
    
    - ¿Pero era la primera vez?
    
    - ¡No! Empezaron a cogerme desde hace tiempo, pero las pajas son de mucho antes…
    
    - ¿Cómo es eso de las pajas?
    
    - Todo empezó una noche, cuando mi hermano más chico tenía diecinueve años. Me desperté porque sentí frío, y al abrir los ojos lo vi. Al costado de la cama, con su cosa afuera, moviéndola… Yo iba a llamarla a mi mamá ...
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