Dando de comer al zorrito andrógino
Fecha: 16/10/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos
... ellas sí, quieren acostarse contigo
-Ahora lees mentes?
-No, pero tu eres gay, eres mío, para siempre
-Mi cuerpo es tuyo, mi alma es tuya, mi esencia está construida por y para ti, esto que ves ahora mismo, lo has construido tu, desnudo para tí, humillado para tí
- ¿Haces esto por obligación?
-Obligarme a ponerme de rodillas y esperar lo que quiero? no, esto es por amor, amor a la persona que me hizo deshacerme de mi oscuridad, de mis tormentas, de mi delirio, todo te lo debo a tí, Daisuke
-¿Sí?
-Termina ya con este frenesí que me turba los sentidos, lo necesito
- ¿Ya vas a llorar?
-Acaso no es lo que buscas? hacer esperar lo que deseo, mi saliva pide tu semen, quiero empaparme, quiero... quiero... lo quiero, quiero tu semen, quiero toda tu esencia
-Esas son lagrimas falsas
-Esto no es falsedad, esto es verdadero, mi corazón habla, mis emociones son intensas, quiero esto, lo deseo, por favor, damelo, quiero que me folles la boca
-Solo un poco mas de espera pero antes... dejame que exprese ...
... lo mucho que significas que estés postrado ante mi y saques tus sinceros sentimientos
Y como si fuera un momento eterno, sus bocas se juntaron, sus labios haciéndose uno en ese momento de exquisito deseo, era un momento tan embriagador que Daisuke no pudo evitar morderle a Ken el labio inferior.
Este último se quedó un poco sin saber como reaccionar, jadeando el sentir de una picadura en su boca, el pinchazo no era sólo el dolor inducido por sus incisivos, sino por el conocimiento de que estaba atrapado en aquellas emociones gigantescas que le sobrepasaba todo el cuerpo, que Daisuke no le dejaría ir hasta que se saliera con la suya. Y cuando Daisuke se dio cuenta de que Ken entendía que se acercaba la hora de la recompensa, dejó de morderle, dejando en el camino del labio una pequeña cicatriz de sangre
-Aquí tienes, la recompensa de un bello zorro como tú
- Gracias... amor
Y Ken recibió la carga como una buena ducha caliente, sintiendose dichoso por crear un atisbo de emociones a veces incapaces de controlar.