1. La nena que llevo dentro


    Fecha: 05/11/2020, Categorías: Incesto Autor: Mara, Fuente: CuentoRelatos

    ... qué no soy yo la hembra y tu el macho? Esa pregunta hizo éco en su mente y disparó no sé que mecanismos que la pusieron cachonda, aun más cachonda. Oye, tienes razón Mara, yo debería haber sido el macho y tu la nena, eres sensible y tierna, yo soy mandona y autoritaria, egoísta y cabrona ¿Por qué se equivocó Dios con nosotras? Lora, ¿Estás Loca? Eres una belleza de mujer, sensual, exquisita, tu cara es perfecta, tu cabello claro y hermoso, tu piel única, tus ojos verdes enamoran a cualquiera ¿Y no te gustas? Qué imbécil éres. Es que me gustaría tener un pene y chorrear una papaya de mujer. ¿Lora has mamado una panocha? No, pero en la escuela le toqué una a una niña. Bueno, no quiero saber eso. Dios mío ¡Ya Mara métemelo!, me encimé en Lora introduciendo mi pequeño pene en su enorme papayón, inmediatamente ella juntó las piernotas y yo al mismo tiempo abrí las mías, me jaló más arriba, hacia su cabeza, comenzó a lamerme las tetas y mojándose los dedos de la mano derecha con nuestros jugos me ...
    ... acarició el culo y me metió un dedo, la sensación me puso como loca, luego me metió dos dedos y me picaba el ano con suavidad y cierta fuerza que hacía que pudiera sentirme en el paraíso. Luego abrió su boca y gimió rícamente por un orgasmo que tuvo, sacó los dedos de mi culo y me los dió a lamer llevándolos a mi boca. Máma puta, me dijo. ¡No, no puedo! Mama puta trágate mis dedos. Volvió a buscar mi pene y lo volvió a meter en su vagina, otra vez se vino y yo junto a ella. Lora te amo, Mara, yo más. Hermanas y amantes ¡Vaya cuadro!
    
    Sin embargo yo necesitaba de toda su ayuda para ser mujer y le hice prometer que pasara lo que pasara en el futuro siempre podría contar conmigo para coger o lo que fuera. ¡Qué vida esta Dios mío! Yo sin empleo, sin acabar la puta preparatoria y mi hermana igual, solo dos putas que se aman. Sí, nos amábamos y nunca lo habíamos confesado entre nosotras, solo ese día nos dimos cuenta que eramos el uno para la otra o la una para la otra, o no sé que madres. Continuará. 
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