1. Mis amiguitas


    Fecha: 07/11/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un dolor mezclado con placer que se desvaneció al instante cuando dentro de ella mi pené ardía como el mismo infierno: La coordinación de movimientos y gemidos era perfecta como una obra perfecta que tanto había ensayado dentro de mi cabeza y que finalmente se estrenaba en un teatro importante, que en este caso era mi humilde cama.A esta altura Silvia ya no era la sumisa del comienzo sino que quería tomar el toro por las astas, así que dejé que la penetre hasta el fondo lentamente mientras mordía sus dos pezones a la vez, lo que pude hacer gracias al tamaño de sus enormes pechos. Sin embargo, había algo que no dejaba concentrarme a pleno en eso pechos increíbles que tenía entre mis labios y era la japonesa que estaba muy entretenida pasando su húmeda lengua por mi pené cada vez. A esa altura de los hechos, sentía que mis testículos estaban por estallar pero debía seguir ya que nunca sabría si esto podría volver a ocurrir.Pensé en las dos mientras me venían a la mente las acabadas en las películas porno. Por mi lado yo tenía frente a mí dos infiernos que me estaban llevando a la locura y debía agradecerles de la mejor manera así que las acomode frente a mi, y les pedí ayuda para que con sus hermosas lenguas aceleren ese momento y al cabo de segundos estallé acabando sobre su labios carnosos. Era increíble verme disfrutando de esa escena, viendo correr mi leche por sus labios ...
    ... mientras ellas ayudaban a introducir en sus bocas con los dedos y todo sellado con un beso entre los tres.La mañana estaba calurosa y sentía que en la cama en la que dormía desde hacia un par de años, ahora me quedaba grande. Tenía esa sensación extraña y un dolor de cabeza que me partía al medio. No entendía si sólo había sido mi fantasía la que me había llenado de placer, pero mi pené se sentía como si hubiera tenido un duro trabaja hacia solo unas horas. Camine despacio hasta el living pero no encontré nada, ni a nadie.Hasta el momento no podía develar el misterio, las cervezas ya no eran un par sobre la mesa sino que se habían multiplicado. De la Japonesa y Silvia no había rastros, y esta altura comencé a dudar si había sido real tal brutal escena de sexo o si sólo me había tomado toda esa cantidad de alcohol yo sólo y luego me había hecho una buena paja para dejarme el pené colorado como lo tenía.Di un par de vueltas mas por el departamento para ver si algo me confirmaba lo que creía había sucedido aquella noche, pero no encontré nada ,así que decidí abandonar la búsqueda y no deprimirme. En última instancia, para mi siempre va a ser real.Luego de un tiempo, hemos vuelto a encontrarnos los tres, -la Japonesa y Silvia ahora son buenas amigas- pero ninguno toco el tema, así que.... ya me prometieron ,luego de leer esto, que seria realidad, la cual contaré en otro relato.... 
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