Abusando de mamá - Relatos Eróticos

Abusando de mamá

... placentera…

Salí del cuarto cuando me iba alcance a escuchar no te vayas, esas palabras me congelaron, la acababa de violar, porque esas es la palabra, y ella me pedía que me quedara.

La borrachera aún no se le pasaba, se levantó milagrosamente y se acercó al marco de la puerta, al verla hecha un desastre me remordió la conciencia, ella sólo atinó a decir...

-No te vayas, necesitamos hablar, quedare esta noche, ya mañana veremos.

Me tomo de la mano y me llevo a la cama donde momentos antes la había follado, antes de llegar ella tropezó, la sostuve y la ayude a recostarse, no sé qué seria, pero dormí como si no hubiese descansado en un año, al despertar ya no vi a mi madre, pero escuche el sonido de la regadera, me levante y pude oler un hedor fuerte, gire en la dirección de este y vi que en la cama habían restos de semen, excremento y sangre, así que quite la sabana y la eché al suelo, la enrollé y la eché a la lavadora, cuando mi madre salió yo ya había regresado a la recamara, noto las sabanas y se acercó y me di un beso en la mejilla y me dio las gracias, mi reacción fue un shock, hace unas horas lloraba y seguro que quería matarme, y ahora me daba las gracias.

Se sacó la bata del baño y quedo desnuda enfrente de mí, por las penumbras no pude observarla bien, pero ahora, la veía a plena luz, mi pene se puso duro como una roca, me levante y la abrace por la espalda, restregando mi pene contra su culo, ella suspiraba, y decía…

-¡¡No!! Por favor, ya no, ...

... no hagas esto, esto es malo.

Por mi mayor fuerza, la gire y la aventé a la cama, cayo dándome la espalda y sin permitirle que se girara, la sometí, me saque el pene y se lo empecé a restregar, ella ya se había resignado, por ende, ya no oponía resistencia, le abrí las nalgas y le metí mi lengua por su ano, que poco a poco se dilataba, ella dijo...

-¡¡¡no no no no!!! ¡¡por el culo no, me dolió mucho la vez anterior!!

Le puse la cabeza contra el colchón y le di una nalgada que retumbo en las cuatro paredes, ella solo soltó un "Au", yo estaba a mil, le clave mi pene que estaba duro como piedra, de una sola zartada, ella se arqueo y suspiro profundamente, deje que se mojara lo suficiente para que con sus jugos lubricara mi pene, cuando estaba listo, se la saque y la puse en la entrada de su culo y la clave de una, ella soltó un grito ensordecedor, se aferró a las sabanas, una vez que su ano se acoplo al tamaño de mi pene, comencé a bombear, ella gritaba cada que se la metía, yo estaba que reventaba, el sonido de sus gritos, el chasqueo que producía la sangre de su ano en mi pene cada vez que entraba por él, el golpeteo de mis huevos con sus nalgas, era una estupenda sinfonía.

No aguante más y me corrí dentro de ella, saque mi pene, estaba embarrado de una combinación de semen y sangre.

Lo limpie, como quien limpia su espada después de una guerra, mire hacia la cama y ahí seguía mi madre, con el ano abierto, y tumbada en ella, sollozando, me acerque a ella, giro su ...