1. Mamá y mi hermana son mis zorritas


    Fecha: 24/11/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    TÍTULO. MAMÁ Y MI HERMANA SON MIS AMANTES
    
    AUTOR. GALLEGO VERDE
    
    Me encontraba muy deprimido a mis dieciocho años. Vivía en mi casa, ubicada a dos kilómetros de un pueblecito de la montaña, con mi madre, Lola, una mujer preciosa, escultural, que a sus treinta y cinco años estaba en la plenitud de su belleza.
    
    He de decirles a los lectores, que mamá tras quedarse viuda, cinco años atrás, no había follado con otro hombre, ya que temía que su futuro amante pudiera someterla a maltratos y humillaciones psicológicas, como le hacía el miserable de mi difunto padre, Paco.
    
    Mi hermana, Alba, era un año mayor que yo y a sus diecinueve años había sido abandonada por su novio, Jorge, cuando ya tenían fijada la fecha de su boda. Ella estudiaba para estheticienne y peluquera de señoras, en la capital, a la que se desplazaba diariamente y su sueño era montar un centro de belleza y peluquería.
    
    Yo, cansado de trabajar en el campo y de ser el cabeza de familia, como había estudiado informática desde muy joven y tenía profundos conocimientos, decidí trasladarme al sur de España, y juntarme con alguna mujer guapa, ya que no podía resistir el ver a mamá y a mi hermana, tan sexys y provocativas, encerrarse en el cuarto de baño y jugar, a Dios sabe que jueguecitos prohibidos, o dormir juntas moviendo el colchón y el jergón, en el transcurso de sus ardientes batallas sexuales.
    
    Una tarde cuando regresé de trabajar y después de darme una ducha, cogí a mi madre de la mano, la llevé a mi ...
    ... habitación y le dije muy serio:
    
    —Mamá estoy muy salido. Ya me canso de pajearme todos los días, pensando en ti y en mi hermana, mientras vosotras os satisfacéis mutuamente, como dos lesbianas, en el baño, o en tu dormitorio y disfrutáis proporcionándoos un sinfín de orgasmos a juzgar por el traqueteo de vuestra cama y de los grititos de lujuria que lanzáis.
    
    Mi madre, que tiene una cara de facciones perfectas, con unos ojos grandes color azul, una melena rubia platino, una naricita pequeña, algo chatilla y una boca carnosa, y sensual, de dientes blancos como el marfil, perfectos, me miró con picardía y sonriendo abiertamente al ver mi turbación por lo que se le marcaron dos lindos hoyuelos en sus mejillas.
    
    —¿Quieres decir, hijo mío, que no tendrías reparos en follarte a mamá, a tu hermana, o a las dos al mismo tiempo?
    
    —Eso me encantaría pues tenéis las dos unas tetas grandes, redondas, preciosas y que yo aún no he podido ver al natural, imaginándomelas a juzgar por su volumen, y por esos montículos carnosos de vuestros pezones que se marcan en vuestras blusas.
    
    —Pero hijo mío, tú eres un hombre y muy guapo por ciento y a tu hermana y a mí nos encantaría follarte y darte todo el placer sexual que mereces, ya que trabajas sin descanso para mantenernos y…
    
    —Entonces ¿Por qué no me dejáis veros el coño?...Me encantaría lamer vuestras conchas y mucho más penetrarlas con mi pene, que te advierto es bastante grande y grueso y que sin duda os complacería. De eso estoy ...
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