1. Emir, mi primer hombre (1/3)


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Marinna, Fuente: CuentoRelatos

    ... vez, estábamos excitados, yo intenté introducirlo en mi vagina pero hacia mucha presión, no entraba, el saco algo de su maletín del buró, era lubricante puso bastante en todo su pene y en mí también, lo intentamos de nuevo y comenzó a entrar el glande, era gordo y dolía de forma insoportable, me quede quieta pues no quería sentir el dolor de sacarlo también, el dolor desapareció pero la presión de su glande abriendo las paredes de mi vagina era persistente, baje un poco más mi cadera y dolió aún peor, así que me quité, esto debe ser placentero, no soy masoquista.
    
    El al darse cuenta me recostó a su lado y siguió besándome y tocando mis pechos, yo tomé su pene en mi mano y comencé a estimularlo, a tocarlo, era suave, mi mano no lograba cerrar alrededor de su grosor, moví mi mano de arriba a abajo y sus gemidos aparecieron, continúe por un rato más hasta que inevitablemente el cambio de posición, se puso sobre mí, y apuntó la punta de su pene en la entrada de mi vagina y esta vez metió el glande, dolió pero me aguante, después otro poco y otro más, y otro más hasta que topo con algo dentro de mi cuerpo, había llegado al cérvix, ya no podría entrar más, el dolor era insoportable, tape mi cara con mi brazo, se me derramaron las lágrimas, el dolor, la presión de su miembro abriéndose espacio en mi vagina era algo que no podía considerar como placentero, luego empezó a sacarlo suavemente, y a introducirlo de nuevo muy despacio, varias veces hasta que el dolor insoportable empezó ...
    ... a desaparecer y se convirtió en placer, con dolor un dolor rico, me llenaba por completo, y comenzó a moverse lentamente, estuvimos así mucho tiempo mientras él jugaba con mi clítoris con sus dedos, bajaba y succionaba mis pechos, me besaba, y el vaivén fue despacio, doloroso y placentero al mismo tiempo. Después sentí que una oleada de placer llegaba, un viaje a otra dimensión donde el sonido desaparecía, el dolor de iba y nada me preocupaba al mismo tiempo que el gruñía descargando su semen caliente a presión dentro de mí, ardía y se sentía delicioso al mismo tiempo.
    
    Después el siguió estimulando mi clítoris y metiendo sus dedos en mi vagina hasta hacerme explotar en un segundo orgasmo más despreocupado que el primero, volvió a penetrarme lentamente pero sin pausas hasta llegar al fondo, después me pidió que me pusiera boca abajo, metió unas almohadas bajo mi vientre y mi trasero quedaba al aire, me lamió hasta casi volverme loca de placer y cuando sentía que estaba cerca, paraba, después puso su pene en la entrada de mi vagina, y comenzó a frotarlo desde mi clítoris hasta el ano una y otra vez hasta que ya no pudo más y me penetro firme, sin espacios ni pausas, de una sola estocada lenta pero profunda, comenzó a moverse mientras me besaba en los labios, desesperado, jadeante, mordiendo mis labios, apretando mi pecho con fuerza y pellizcando mi pezón casi al límite, en ese momento sentí que mi viaje al limbo empezaba el mordió mi hombro y también empezó con su descarga ...