1. Paula y La Manguera del Bombero


    Fecha: 01/12/2020, Categorías: Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... cautivadora sonrisa que enamoraría al más insensible de los asexuales de este mundo. Le ofrece el pote de loción solar con un gesto mudo. Los dos están de rodillas. Paula se tumba jovialmente y acto seguido, su hermanita la imita con gestos muy graciosos. Salva siente intensos sus latidos, como un pirata que destapa el cofre del más preciado tesoro. Se unta una gran cantidad de crema blanca sobre la mano derecha y empieza su primer contacto físico con ese idolatrado pibón, justo por encima de la cintura. Con un simple gesto repentino, Paula tira de un cordón para desabrochar la parte de arriba de su microbikini. Su espalda queda desnuda y las manos de Salvador tienen vía libre al fin. Con un enérgico masaje, esparce esa viscosa solución arrebatándole su blancura inicial.P: Entonces ¿Le hablarás de mí a tu mujer?S: Creo... creo que no. Me diría : "Ya te lo dije".P: ¿El qué?S: Que no conseguiría ayudar a Eugeni.P: ¿Te gustaría que saliera con él?S: Pues claro. Para eso he venido.P: Ya pero... eso era antes de conocerme. Te lo pregunto ahora. Salva no contesta a esa pregunta. Los celos más primarios podrían convertir ese interrogante un dilema. Un tenue gemido de placer pone banda sonora a esa intensa friega y barre con cualquier pensamiento que pueda distraer a ese honrado padre de familia. Sus dedos se apresuran a alcanzar la plenitud de esa preciosa espalda, más carnosa ya en la zona de los riñones. Quiere volver a arrancarle un gemido a Paula y no tarda en...-!OoOoOh! !Dios! ...
    ... !Que manos tienes!- exaltada.-oO Doz, ke manoz tenez- pronuncia la pequeña entre risas. Salva se siente más depravado con esa tremenda erección palpitando cerca de esa niñita. Piensa en la cara que pondría Marisa si contemplara esa escena o, peor aún, en las lágrimas de rabia y de odio que le dedicaría su hijo si estuviera ahí. Su culpabilidad está a punto de reconducir su trayectoria pero una tendenciosa pregunta termina con esa deriva.-¿No te olvidas de nada?- dice la chica con un tono suave.-¿A qué te refieres?- contesta él algo descolocado.-No solo tengo espalda- como si quisiera que Noa no la escuchara. Salvador entra en ebullición. No puede más. Desde que empezó con Marisa, hace más de dos décadas, no había tenido esa clase de sensaciones; ni siquiera las de entonces eran comparables a estas. A estas alturas empiezan a escasear las dudas sobre la inminente extinción de su longeva fidelidad."Cabeza fría Salva. Cabeza fría. No piensas con claridad. Esto es un calentón. Solo un calentón nada más. Un tremendo calentón. Huye de aquí ahora o lo lamentarás" Sus dedos se declaran en rebeldía y descienden hasta esas voluptuosas nalgas celestiales. No dan abasto. Ese fino cordón negro no representa ningún impedimento para las maniobras jubilosas de sus obscenas garras. El contrapunto lo ponen las inocentes manitas de Noa, que se entrometen llenando la escena de desconcierto y cortándole el rollo a Salva.N: Culo, culo, culo, Paula, culo...P: Anda Noa. Túmbate como yo. No m*****es ...
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