La Historia de Lena (parte 3, final) - Relatos Eróticos

La Historia de Lena (parte 3, final)

... cuerpo, se desquitan de la calentada que les di… quieren ponerme igual de excitada… pues bien que lo logran…Pronto pasamos al plato fuerte para mí…Procedimos conforme las posturas que acostumbrábamos en la casa de nuestra juventud, Pedro se acuesta boca arriba sobre la mesa, a horcajadas me siento sobre él, y su verga gorda y cabezona pronto entra en mi agujero vaginal… Qué delicia tener de nuevo ese tolete hasta el fondo, rosando la matriz, con esa querida verga siempre me siento llena, repleta de carne masculina… me hace sentir mucho placer… Me inclino para que me bese las tetas…Y simultáneamente siento a Hugo detrás de mí… con su lengua moja mi ojete… acerca la punta de su verga… despacio y con maestría intenta entrar en el agujero anal… él sabe cómo hacerlo… y mi culito ya conoce las dimensiones y movimientos de ese fino y largo a****l… Presiona… penetra… pujo de dolor y placer… ellos esperan que mis agujeros y entrañas se acomoden a semejante invasión carnal…Mientras tanto, halo a mi invitado para que quede frente a mí… rápido entiende la jugada… me ofrece el chupete de carne… lo beso, lo lamo, succiono… él se mueve de la excitación que le produce la mamada de verga que le estoy dando… y pronto me está cogiendo por la boca… se detiene… saca el instrumento de mi boca, con sus manos lo levanta y me ofrece los huevos…Los otros dos servidores sexuales ya disfrutan mis agujeros, sus vergas vibran de felicidad al ser presionadas y mojadas por mis expertas paredes vaginales y ...

... anales… y yo siento explosiones de placer… ellos se mueven en completa sincronía…Soy feliz sintiéndome ensartada, llena, atorada… esas sensaciones las conozco porque las he disfrutado desde mi adolescencia…Lo que es totalmente novedoso es que a todo eso simultáneamente le agrego el disfrute de tocar, lamer y chupar dos ricas bolas, grandes, pesadas y peludas… mi invitado está delirando de placer… y yo a punto de locura… pronto ensarta nuevamente su verga en mi boca… se entusiasma, y da unos puyones que me hacen ver estrellas…¡Cierto, ciertísimo! “A dos puyas no hay toro que aguante”… Pero igualmente cierto: “A tres puyas no hay puta que aguante”… jajajajaja…Hasta un nuevo dicho me he inventado, jajajajaja…Mi sistema nervioso es invadido por tan potentes estímulos que pronto me olvido de mis hombres, me concentro en la electricidad líquida que recorre mi cuerpo, en mi cerebro se inicia una especie de montaña rusa, y siento que mi organismo todo cae en un vacío suave, cálido, delicioso…Pero inmediatamente siento unas fuertísimas descargas… mi cuerpo se estremece todo, convulsiono, un glorioso orgasmo me invade… grito, pujo, maldigo… me revuelco como loca… aunque no era mucho lo que podía moverme… estaba envarada por tres ricas vergas… yo estaba bufando de placer…No había pasado del todo el potente orgasmo que me conmovía, cuando siento que la verga de Hugo se estremece en mis entrañas, explota y siento los lechazos en la parte baja de mis intestinos… eso me altera más y pujo de ...