-
El Campamento - Parte 1
Fecha: 08/12/2020, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: CuentoRelatos
... sintiendo pena por el pobre muchacho. ―Vamos… él ni siquiera quiere ir… seguro que ni le gustan las mujeres… ¿o sí? ―preguntó Cristian con tono burlo, acercándose y poniendo su mano sobre la cabeza del pequeño. De inmediato Jordán reaccionó y quitó el brazo de Cristian de forma brusca, provocando la ira de mi amigo, quien frunció el ceño y se acercó más a él, visiblemente ofuscado. ―¿Todo bien por aquí? ―interrumpió de pronto una voz, sobresaltándonos. Sin esperar respuesta, Ángel entró en la cabaña y se puso junto a Jordán, mandándole una mirada dura a Cristian. ―¿Estás bien? ―preguntó Ángel, esta vez directamente a Jordán. ―Sí ―susurró el muchacho suavemente, pero se veía sumamente molesto. ―Nosotros ya nos íbamos ―dije y de un tirón saqué a Cristian del lugar. Todos salimos corriendo de la cabaña, sin ningún rumbo fijo. ―¿Por qué lo invitaste? ―me reprochó Cristian cuando nos detuvimos. ―Me dio lastima… pasaremos cuatro días conviviendo con él, deberíamos intentar llevarnos bien, ¿no crees? Cristian me miro molesto y luego cambió de tema. Toda aquella tarde nos la pasamos de aquí para allá, corriendo y jugando hasta que nos obligaron a regresar a la cabaña para alistarnos para la cena. Al llegar encontramos a Jordán sobre su cama, leyendo un libro, totalmente concentrado. ―Hora de la cena, Jordán ―le dije, apenas entré por la puerta. ―Sí, gracias ―contestó tímidamente, y luego volvió a su libro. Todos mis amigos me quedaron ...
... viendo nuevamente, pero sólo los ignoré y me preparé para la cena. Realmente no me importaba lo que ellos pensaran, no me gustaba la idea de ignorar a Jordán por los siguientes cuatro días. Aquella primera noche nos la pasamos conversando y bromeando hasta tarde. Si no hubiera sido porque Ángel vino a hacernos callar, nos hubiéramos amanecido conversando. Al día siguiente las actividades empezaron muy temprano, y como ya me lo esperaba, mis amigos se la pasaron ignorando a Jordán todo el día, como si no existiera, lo que me hizo sentir más lastima por él. A pesar de pertenecer a la misma cabaña, y la misma aula, Jordán pasó su desayuno y su almuerzo solo, en una mesa apartada de los demás, haciéndome sentir aún más culpable. Entonces decidí que debía hacer algo para que aquel chico no pasara la cena también solo, si era necesario me sentaría a comer con él, sin importar lo que mis amigos pensaran. Pero cuando llegó la hora de la cena no pude encontrar a Jordán por ningún lado, no se encontraba en el comedor, lo que me pareció muy extraño. ―Ahora regreso ―me disculpé con mis amigos ―, voy al baño. Decidido a hacer que las cosas cambiaran con Jordán, me dirigí de regreso a la cabaña, caminando con cuidado para no caerme en la oscuridad. A pesar de que el lugar tenía postes de luz cada tres metros, a veces era difícil ver por donde caminaba, es más, me costó algo de trabajo encontrar la cabaña en aquella oscuridad. Luego de algunos minutos perdido, por ...