El pintor y la modelo
Fecha: 09/12/2020,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: tanga_lujurioso, Fuente: CuentoRelatos
Estudié bellas artes y para mejor comenzar mi ansiada carrera de pintor y retratista, me trasladé a Italia para empaparme bien de los pintores del renacimiento italiano de los siglos XV y XVI.
Vivía solo es una villa que una amiga me prestó, pues quería llevar una vida solitaria lejos del mundanal ruido. Había puesto varios anuncios en los diarios locales así como en las redes sociales, solicitando una sexy y muy atractiva modelo para empezar a pintar.
Una mañana, me llamó una modelo diciendo que ella era perfecta para ser pintada por mi, pero que me prepara para cualquier contingencia y circunstancia. Dicho y hecho, concerté una cita con ella y le dije la hora y el lugar y que viniera lo más sicalíptica posible pues quería empezar fuerte la mañana.
A la mañana siguiente, apareció la modelo. Era una muy atractiva latina con un poderoso culo muy libidinoso, unas fenomenales tetas y una tez acaramelada que junto a su natural delgadez hacían de ella que fuera muy follable.
Vestía muy procaz, pues llevaba un top blanco de tirantes y muy ajustado, una falda que le llegaba a las rodillas y unas sandalias que elevaban su lascivo culo y todo rematado por una gafas de sol de marca.
Como era verano, yo estaba en tanga pues hacía mucho calor aunque no tenía puesto a demasiada fuerza el aparato de aire acondicionado.
Ella y yo no parábamos de mirarnos con sicalipsis, sensualidad y obscenidad, pues cuando se despojó de su ropa llevaba una malla muy sexy que la cubría el ...
... cuerpo así como un muy provocativo tanga lascivo que me ponía muy nervioso
La invité a que eligiera postura y se acomodó sobre una banqueta en una muy atrevida postura. Ella se sujetaba de una de las puntas de su pelo moreno y empezaba un cierto juego de seducción que me estaba empezando a poner cachondo y muy calentorro.
Camila, que así se llamaba ella, empezaba a mirarme simpáticamente y con cierta lubricidad y yo empezaba a entrar en su lujurioso juego de seducción.
Me coloque detrás del lienzo para empezar a pintarla pero empezaba a mirarla con más y más vicio y lujuria y me acercaba a ella y cuando me quise dar cuenta la estaba besando y había caído en su libidinoso juego de obscena seducción
— Tienes un pelo precioso, cariño — observe
— Ya sé por tus ojos que me deseas — apostilló Camila
Me acerqué más a ella y me empezó a lamer lenta y libidinosamente el sexy y procaz tanga que yo llevaba y eso hizo que se me pusiera más duro el rabo.
Yo estaba muerto de lujuria, lubricidad, impudicia y mucha obscenidad, pues me encantaba como la muy puerca me pasaba la lengua por encima del tanga y me hacía jadear, gemir, bufar, resollar y resoplar de placer.
Cuando ya tenía el rabo como un trozo de mármol de Carrara, la muy puta de Camila empezó a jugar y relamer mi rabo, pues estaba lo suficientemente duro y curvo para que ella empezara a tragarlo lascivamente
— ¡que rabo tienes, canalla! — confesó Camila lúbricamente
— ¡me lo has puesto bien duro, so ...