Las dos esposas de mi tío: Gabita y Rosita
Fecha: 20/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos
... días, y una tarde se me ocurrió ir visitarla y tratar de limara asperezas, y para esto fui y compre una flor, que escondí bajo mi chaqueta, y entre a su casa, nunca llamaba a la puerta había confianza, además era mi tía.
Ella estaba en la cocina, haciendo la cena pienso yo, y desde la puerta le salude, -¡Hola tía! ¿Cómo estás?, ella volteo a verme y me reprocho airadamente, -¿porque no tocas la puerta?, me asustas mucho cuando entras así sin avisar.
-Cálmate tía, mira te traigo un regalo, y saque de mi chaqueta la rosa que le había comprado, -mira te compre una rosa roja para ti, ¡para que me perdones!
Ella me miro con enojo y se quedó pensando un momento, luego tomo la rosa de mis manos y me dijo –gracias, está muy linda, nunca nadie me había regalado una flor, ¡pero ni creas que con eso me contentas!
-Perdóname tía, es que no resistí la tentación, eres muy atractiva y me gustas mucho.
-Calla, te van a escuchar los niños y luego le pueden contar a tu tío, yo no quiero problemas con él, mira que hizo mucho con darme casa y sustento, mejor vete y llévate tu flor, y me la devolvió. Estaba poniéndose difícil la chaparrita.
En la colonia yo era el único que tenía vehículo, y un día por la noche se ofreció, ella fue a verme a casa para que la llevara a urgencias, uno de sus hijos tenía fiebre, y bueno no podía quedar mal con la tía, por ella lo que fuera.
Fuimos al hospital y atendieron al niño, y regresamos a su casa, yo amablemente le ayudaba en todo, yo ...
... cargue al chico y lo lleve hasta su recamara, ella tras de mí, me agradecía mucho, yo le dije no agradezcas tía, sabes que por ti haría todo lo que me pidas.
Ella se acercó y me dio un beso tierno en la comisura de los labios, yo le correspondí tomándola por la cintura, y la atraje hacia mí, buscando ávidamente sus labios, ella forcejeo un poco, -¡espera nos pueden ver¡ -no le hace, dame un beso, le rogué, ella cedió un poco el forcejeo.
-¡está bien solo uno y luego te vas!
-lo prometo, me iré.
Ella se puso de puntillas para alcanzarme y yo la tome de la cintura, y sus labios se posaron en los míos, y pude sentir su fragancia de mujer, su química tan compatible con la mía, el beso duro algunos segundos, que yo aproveche para bajar mis brazos buscando sus nalguitas, y las tome una en cada mano, y la pegue a mi cuerpo, ella respondió a mis requerimientos, por fin cedía algo de terreno, pude sentir su cuerpo vibrar, la calidez de su piel suave, y las ansias de su sexo por ser taladrado.
Yo avanzaba lentamente en la conquista, y esa noche pensé que sería mi noche, ¡sorpresa!
¡Soap! sonó de nuevo la cachetada, esta vez con menos fuerza, ni me dolió, creo me estaba haciendo masoquista, hasta me gusto que me pegara.
-¡ya vete, esto no puede seguir así! te agradezco el favor pero no te cobres a lo chino, me reclamo. Y me fui. El reto era mucho, la recompensa riquísima, valía la pena.
-llévale a Rosa este paquete, dile que se lo envía su hermana, me pidió mi ...