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Perdí mi virginidad con un maduro de 56 años
Fecha: 10/12/2020, Categorías: Gays Autor: juanvasconez89, Fuente: SexoSinTabues
... regreso del baño me abrazo por la espalda y me beso el cuello (yo estaba esperando que haga eso). Tomo mi mano y me llevó al sillón de la sala me sentó en sus piernas y me besó profundamente, yo sentía su lengua áspera en mi boca y me excitaba de sobremanera. Yo le tocaba su pecho por encima de su camisa y podía sentir sus vellos gruesos. Abrí los botones de su camisa y por fin tuve ese pecho para mi deleite, lo besaba y lo acariciaba como poseído. El solo resoplaba como macho. Lami todo su pecho hasta que me agarró fuertemente y me cargo hasta su cuarto. Su cama era enorme, era una king size. Me acostó y empezó a besarme y a sacarme la camisa, se prendió con mis pezones y me raspaba con su barba. Yo estaba en la gloria! Después me saco el pantalón y nos desnudamos los dos. Sentir a un maduro excitado es de las experiencias más gratificantes. Él tocaba mis nalgas y se volvía loco cuando yo tocaba su verga por encima del bóxer. Después se saco el bóxer y pude apreciar su verga, era hermosa, gruesa y grande, tenía marcadas sus venas y su cabeza colorada brillaba por el precum. No demore nada que ya estaba sobre el mamando como ternero esa verga de macho, sabía deliciosa, a sudor de hombre. Lubricaba mucho, lo que era mejor para mí. Dejó que mamara cinco minutos más y después con fuerza me dio la vuelta y me puso en cuatro, hundió mi cabeza en las almohadas y sentí en mi culo algo húmedo, era su lengua que se introducía en mi ano. Sentí su barba entre mis nalgas y más me ...
... calentaba. Empezó a meterme un dedo pero me dolía mucho, le dije que vaya despacio pero el vio que estaba muy cerrado y me pregunto: hace cuanto no tienes sexo? A lo que respondí: nunca me han penetrado. Eso iluminó su cara y me dijo: chiquito, esta noche vas a ser mío. Fue al cajón de su velador y saco una caja llena de condones, lubricantes y cremas. Me dijo que me daría un lubricante para que mi culo se abriese mejor y no me duela. Me puso eso e incluso sentí como mi culo se abría para el. Metió un dedo y luego dos mientras yo gemía del dolor y del placer. Al tercer dedo me dijo: ya eres mío, ahora sí aguanta. Metió la cabeza de su verga y yo lance un grito sobre las almohadas, el dolor era insoportable. Empezó a bombear como un experto, me besaba mientras invadía mi cuerpo y yo con los ojos en blanco del placer solo atinaba a gemir. Me cogio como quiso. Me decia: a los putitos como tú hay que saber domar. O me decía: te gusta? Este culo ahora me pertenece. Cada que me decía estas cosas yo más excitado me ponía. Cogimos en cuatro, con las piernas en sus hombros, de ladito, al filo de la cama, yo no entendía como el dolor se convirtió en un placer que no quería que terminara nunca. Después de 30 minutos de cogidas, empecé a sentir cosquillas en mi culo. me empecé a masturbar pero el me lo impidió. Me dijo: quiero que termines sin tocarte. Mi verga estaba dura por la excitación pero no me dejaba tocarme. Siguió metiéndome a ritmo acelerado cuando sentí que el fuego quemaba mi ...