1. Las otras historias – El mejor Trío de mi vida


    Fecha: 20/10/2017, Categorías: Hetero Autor: Fernando X, Fuente: CuentoRelatos

    ... con sus manos mis huevos. En todo ese tiempo, aproveche para seguir con la dedeada en su coño.
    
    Gracias a la acción del viagra que me había tomado llegando a la casa, mi miembro se mantenía erecto cuando salió del interior de Mariana. Había que aprovecharlo, por lo que les pedí que me lo besaran, a lo que accedieron gustosas, dándome una lección de cómo te deben mamar bien el miembro. Se lo introducían en sus boquitas alternadamente y luego con sus lenguas recorrían todo el largo del mástil, hasta mis huevos, haciéndome temblar de placer, para finalizar besándose entre ellas. Era la primera vez que ellas hacían algo como eso, pero era tanto su goce, que parecía que cada vez se deseaban más entre ellas.
    
    Tenía a ambas hermanas a mi lado, las dos con sus cabezas entre mis piernas compartiendo el dulce que había entre ellas. Mientras yo con mis dedos traviesos acariciaba ambos sexos, Mariana, la más experta, llego primeramente a otro orgasmo, no dejándome parar hasta que sintió el último ramalazo de su orgasmo, que la hizo gritar bastante. Casi simultáneamente, y al notar que mi verga estaba todavía erguida, Ivanna, se recostó sobre la cama mientras me decía, “te quiero arriba mío, para que me la entierres hasta el fondo”, dicho lo cual me le subí y comencé a darle bomba, solamente intercambiamos papeles, ahora era Ivanna quien le daba lengua a la húmeda cueva ...
    ... de su hermanita, mientras ella besaba y mamaba la base de mi pene y la raja de su hermana, aprovechando cada movimiento mío, para chupar el largo del palo que salía cada vez más húmedo por los jugos de Ivanna. A diferencia de Mariana, la conchita de Ivanna era más pequeña y me apretaba mi miembro, lo que me produjo un placer adicional.
    
    La hermana menor jadeaba nuevamente con la llegada de otro orgasmo, y la mayor me pedía le diera más profundo. Por lo que cuando Mariana se recostó para descansar de su ultimo éxtasis, aproveche para voltear a Ivanna y ponerla en cuatro sobre su hermana, para que mientras yo le daba como a una perra, ella le ponía sus pequeñas tetas en la boca a su hermana, quien aprovechaba para mamárselas y sobarle el clítoris y así llevarla a un prolongado orgasmo que motivo que yo también lograra otra gran eyaculación dentro de ella.
    
    Llevábamos más de cuatro horas en frenético sexo. Al acabar, las dos hermanas golosas se chuparon sus vaginas glotonamente, para comerse mi leche, exclamando al unísono, ”nos has llenado de tu leche, Tío..!”. Los tres quedamos rendidos y extenuados, y yo creía estar en el séptimo cielo, ya que ni por asombro, me había imaginado tener una sesión de sexo de esas características, y menos con dos mujeres que ahí se dieron cuenta de ser bisexuales, pero que aprecian las bondades de una buena pija dentro de ellas. 
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