El día en que me cogí a (Susana) la esposa de mi primo Julio
Fecha: 15/12/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Escritor sin Ro, Fuente: CuentoRelatos
... al segundo piso ella se inclina, estúpidamente yo choco mi cara en su culo, como me pegue en la nariz le di una nalgada, ella responde un pequeño gemido.
Entramos a la habitación y sin perder tiempo la empiezo a besar apasionadamente, la tumbo en la cama y empiezo a fajarme con ella, mi pene está a punto de reventar mi pantalón, ella abre las piernas. Empiezo a darle de tallones con todo y ropa me quito la playera, le quito su blusa con todo y sostén, veo sus pequeñas tetas con sus pezones negritos bien parados, empiezo a tocárselos primero despacio luego le beso tiernamente el pezón derecho, el izquierdo no tuvo esa suerte ya que al momento de chuparlo lo jale con mis dientes dando un pequeño mordisco y Susana volvió a gemir, (lo cual me indica que a Susanita le gusta que sean algo rudos) le quito los zapatos, el pantalón, empiezo a chuparle su vagina arriba de su tanga.
Se arquea y me agarra del cabello, le bajo su tanga despacio al momento de ir tirando hacia abajo voy besando y mordiendo sus piernas, sin apresurarme empiezo a jugar con sus labios exteriores, luego los interiores hasta llegar a su clítoris y cuando llego a ese punto ella gime, le meto un ...
... dedo en su vagina el cual sale empapado de sus jugos que están escurriendo.
Me prende mucho sentir la vagina húmeda de las damas, así que mi pene estaba al 100, empiezo a frotar can la cabeza de me pene su vagina ella me agarra de las nalgas y me pide que se lo meta, le meto solo la puntita para desesperarla y ella en un momento de desesperación me dice, “YA METEMELA CABRON” a lo cual sin más de una envestida se la deje ir con todo.
Mi pene no tuvo problema de entrar en esa vagina mojadita (aparte que no es tan grande) empiezo a bobearla de misionero, la volteo en cuatro le empujo la cara a la cama y le doy una nalgada con la mano abierta que hasta me dolió, ella solo gimió la tomo del cabello y la bombeo con tal fuerza que (siento que estoy en un concierto escuchando una ovación de palmas, plas, plas, plas, plas) mis huevos solo rebotan es sus nalgas, ella toma la batuta, se aleja de y me pide que me acueste, me monta y sus movimientos hacen que tenga un exquisito orgasmo, sigue montándome hasta que ella llega al suyo, la vuelvo a poner en cuatro hasta venirme en ella.
Nos quedamos abrazados media hora y salimos nos dimos las gracias y cada quien por su lado.