Viernes de XXX (triple equis) - Relatos Eróticos

Viernes de XXX (triple equis)

... Entonces me acosté de costado y levanté la pierna derecha para que ahí llegaras a poder meterme tu lengua. Pero no pudiste mucho así. Luego de cortar, agarraste mi pene y te lo llevaste a tu boca otra vez, pero yo quería, que me besaras la cola, por lo que, acostado de espaldas, levanté las dos piernas para que mi cola quedara, toda, a disposición de tu lengua.

Repito... ¡¡¡QUÉ PLACEEEER!!! ¡¡NUNCA IMAGINÉ TANTO PLACER!!!! Me hiciste salir de mi cuerpo, y era todo un objeto de placer. DELICIOSSSSSO, y mientras tanto yo movía mi cintura para arriba y para abajo, para que tu lengua entrara toda al agujero de mi cola. ¡¡¡METEME LA LENGUA!!!, pensaba yo, ¡¡¡POR FAVOR, METÉMELA!!! En eso sonó tu celular y te fuiste al living a contestar. Y yo me quedé, acostado boca arriba, pajeándome con la derecha y de repente, sin pensarlo, mi mano izquierda bajó, acerqué mi dedo mayor a mi cola, y sentí su saliva, tibia, alrededor y.… mi dedo resbaló hasta dentro de mi cola. ¡¡¡¡VOLÉ DE PLACER!!! ¡¡¡VOLÉ!!! En eso llegás, me decís, - "seguimos... ¿te querés pajear?" a lo que te respondo que sí, me empiezo a pajear, pero quería más besos negros, más saliva en mi cola, por lo que me puse en posición de perrito (como había visto en tantas fotos y dibujos que te había mandado y otras no) y te dije: "MÁS... BESAME MÁS LA COLA... POR FAVOR…!!!!", a lo que accediste de inmediato por supuesto, mientras con mi mano derecha me pajeaba. Cuando empecé a sentir en esta posición tu lengua entrando a mi ...

... cola, mi pene se puso muchísimo más duro a como lo tenía unos momentos antes, y a la tercer pajeada, la leche se me vino rapidísimo y creo que, a mares, por lo que giré en seguida para ponerte mi pene en tu boca. ¡¡Qué acabada!!! ¡¡Con qué placer enorme te acabé dentro de tu boca!!! Luego quedamos abrazados descansando de tan delicioso "trajín".

Nos vestimos etc. Etc. y cuando me estoy yendo me preguntaste: "¿Pasaste bien? ¿Te gustó?", y te contesté que me había requetegustado, con lo que te acercaste a darme un beso, y apenas se tocaron nuestras comisuras de los labios. ¿Te hubiese dado un beso de lengua? Yo creo que sí, si tú hubieras seguido besándome cuello, mejilla... pero como dijiste, hasta ahora no querés llevar las cosas a la apurada. Paso a paso.

Luego en el taxi, que, dicho sea de paso, ni frío sentía, mi mente volaba y volaba, (y por eso fue que a medianoche te mandé mensajes por el wapp) iba pensando que realmente, si hubieses querido meterme un dedo, o dos, o mismo tu pene, creo que no habría puesto ninguna objeción a tus deseos, porque creo que en ese momento, era el deseo de los dos.

Y cuando me desperté al día siguiente, y al otro y al otro y hoy mismo, creo que sigo teniendo los mismos deseos. Es decir, TE DOY LA "CARTA BLANCA", para que hagas lo que quieras conmigo, y yo hacer lo mismo contigo. Quiero acabarte toda mi leche bien adentro de tu cola.

Por el wapp, esa medianoche, te pregunté si la próxima vez que fuera a tu casa, llevaba algún gel ...