-
Descubriendo la verga
Fecha: 20/12/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Ir creciendo y descubrir lo que te puede hacer sentir la polla es diferente para los hombres que para las mujeres. Cuando eres pequeño la curiosidad no es que te hará sentir o cuanta leche tirara, sino que te da curiosidad ver si es más grande o más pequeña, mas venosa o sin tanta vena, que si tiene prepucio o no tiene. Recuerdo estar en el baño del gimnasio y ver a los más grandes asearse, algunos se la acariciaban hasta hacerla crecer, retraer el prepucio y ver el glande reluciente, al principio solo era curiosidad de ver otras pollas, la diversidad del falo reproductor, como cuando vas conociendo los colores, ni me imaginaba pensar en las diferentes texturas, olores, sabores y colores, mucho menos en si sacaban mucha o poca leche. La primera leche ajena que vi, fui la de un amigo mayor, que hablando de viejas y viendo pelis porno metió el tema de las pajas, sin decir mucho se la saco y se la jalo, no le preste mucha atención hasta que se derramo en las sabanas, dejándolas oliendo a semen y pegajosas, pero fui impresionante para un chico de 12 años ver a otro de 15 deslecharse sin miramientos, solo le pregunte como hacerle y no más dijo, jalatela hasta que sientas una contracción y termina, ese día me encerre en el baño y con calzón de mi prima mayor me hice una paja descomunal. Durante ese tiempo descubrí, que ese mismo chico, al que llamaremos Juan, se la mamaba a un señor de unos 40 años, un día al salir de la casa de mi amigo vi movimientos raros dentro de una ...
... camioneta, me acerque sin hacer ruido y lo vi en el asiento de atrás como se comía una polla, no tan grande, blanca y lampiña, sentí una extraña sensación y mucha curiosidad sobre tener una verga ajena en la boca, no me quede mucho tiempo pero me imagino que le dio su buena dosis de leche. No pasó nada interesante conmigo, hasta el último año de la preparatoria, cuando iba con un amigo a su casa, robábamos ropa interior de su hermana, veíamos porno y nos la jalábamos cada quien con los panties o el bra, los mequeabamos y comparábamos quien tiraba más leche, entre jalada y jalada le veía la polla, preguntándome que se sentiría ayudarlo y a que sabor tendría esa leche de macho. Aunque había visto varias vergas ajenas en el gimnasio en los lavadores, solo había visto 2 o 3 de cerca, la de mi amigo, la del hermano y la del tipo al que se la mamaba Juan. La primera verga que me toco conocer fue durante unas clases de manejo, yo tenía 17 años y el instructor tal vez unos 40, agarró confianza conmigo y me contaba de las tipas y tipos a los que le daba, entre curioso e intentando calentarlo le preguntaba sobre que era tener una verga ajena, al final un día en un lote baldío sin más se la saco mientras hablábamos, era de unos 16 cm, morena, velluda, venuda, con buen prepucio y muy morada, recuerdo que con una mano me la ofrecía y con la otra se bajaba el prepucio para que vea el glande, ya traía gotitas de líquido pre seminal, y con los dedos se lo untaba, me daba miedo meterla en la boca pero ...