Las hermanas de mi novia I-II
Fecha: 24/12/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues
... vez. Me lanzó su mano derecha a mi entrepierna, que ya estaba realmente dura, y gimió al notarla debajo de mis pantalones, pidiendo que la dejaran salir. Aproveché ese momento de debilidad para tirarle con suavidad del pelo hacia atrás y besar su cuello, mientras mi otra mano apretaba más que acariciaba uno de sus pechos a través de la camiseta. Era tan grande que no me cabía en la mano, jamás había tocado uno así. No sé cuanto tiempo pasamos besándonos y rozándonos. Al cabo de unos momentos se dejó caer sobre sus rodillas y me bajó los pantalones hasta las rodillas. Me miró la polla con admiración, como aceptando el reto que tenía delante. Con su mano derecha apartó el prepucio dejando a la vista un glande húmedo deseoso de que lo acariciaran y besaran. Sin sacudirla ni una sola vez con la mano, comenzó a lamerla para más tarde metérsela en la boca. . Le daba un poco de vergüenza mirarme a los ojos mientras jugaba con ella, pero parecía divertirse. Sus caras alternaban entre una sonrisa traviesa y una mirada seria propia de una chica muy cachonda. Cada vez notaba que se me ponía más y más dura. Estaba entrando en calor, así que me quité la camiseta. Cogí su cabeza para indicarle que quería hacer otra cosa. La senté sobre la taza del baño, le quité los pantalones y abrí sus piernas. Ana adoptó una actitud más pasiva, disfrutando del momento en el que yo estaba tomando el control sobre ella. Su cara se tornó inocencia, como quien no sabe qué le van a hacer, mientras ...
... jugueteaba con su dedo en sus labios. El dulzor de su boca dejó paso a la acidez, al sabor de mujer. Ella ya estaba bastante húmeda así que no tuve que preocuparme por mojar sus partes íntimas. Tan pronto como mi lengua empezó a rozar su clítoris, Ana comenzó a gemir de forma suave y continua. Visité un poco su apetecible vagina, pero sabía que no era el momento. Para demostrarle lo cachondo que estaba y lo que me ponía masturbarla, empecé a hacerme una paja mientras se lo comía. Esto le gustó aun más, y los gemidos aumentaron de volumen. Entre risas, le hice el gesto de que guardara silencio, no había olvidado que mi novia dormía dos pareces más allá, y su hermana pequeña tres. Ella también aguantó la risa y unos instantes después volvió a centrarse en el placer. Tanto es así que un minuto más tarde ya sentía el orgasmo cerca, y comenzó acariciarse ella misma las tetas por debajo de la camiseta. Tuvo un orgasmo largo pero inestable, muy fuerte en un principio (me cogió muy fuerte del pelo) y muy placentero y relajante al final. Tras unos instantes de reposo, se incorporó y, mientras me besaba, intercambiamos las posiciones. Ahora era ella la que desde el suelo me daba placer con su boca. Yo ya estaba prácticamente listo para correrme, pero durante estos momentos ella trató de llevarse todo el miembro a la boca, rozando su garganta. Suspiraba de alivio cada vez que la sacaba para poder respirar, pero rápidamente se la volvía a introducir. Una lágrima corrió por su mejilla producto de ...