-
Suggar Daddy (Parte 2)
Fecha: 24/12/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... terror tan buena –exageré. -Yo ni siquiera puedo recordar cuando fue la última vez que vi alguna película –respondió-. Nunca he sido bueno para verlas, y menos las de terror. Para cuando terminó, ya habíamos terminado con toda la comida. Nos quedamos sentados, exactamente en la misma posición: Él con su brazo alrededor de mi cuello, mientras yo descansaba en su pecho. Cerré los ojos momentáneamente cuando acarició mi cabello, mientras yo le acariciaba el estómago. Luego, repentinamente, Gerard se levantó. Fingí no ver la enorme erección que estaba levantando la tela de su pijama. Hice como que miraba mi celular mientras que él se servía una copa de un licor de aspecto cobrizo. Mis mejillas estaban encendidas. Descubrí que ambos teníamos el mismo pensamiento: Queríamos hacerlo, pero no nos atrevíamos a proponerlo. Era lógico, ambos pensábamos que era muy pronto, ya que sólo ese día nos habíamos decidido a comenzar algo. Pero, por otro lado, ¿por qué habría que esperar? Sólo sería sexo, y ambos estábamos deseoso. Simplemente por culpa de la moralidad y los prejuicios. Cuando caminó hacia mí la carpa entre sus piernas se había bajado, aunque, estaba seguro que se le alcanzaba a apreciaba más morcillona. Se sentó junto a mí y quedamos brevemente sumergidos en un incómodo silencio. Era visible lo que ambos queríamos decir, pero nos lo tragábamos. Gerard se rindió y miró la hora. -¡Vaya! Es tardísimo –dijo-. Creo que me iré a dormir. Mañana tengo trabajo. -Mañana es sábado –le ...
... recordé. -Lo sé –respondió algo triste-. Con Luis tenemos un pequeño viaje de negocios. Sólo iremos por el día. -Oh, que mal -. -Sí… -concordó-. Bueno, puedes quedarte en la habitación de visitas. No es muy grande, pero es cómoda. -Gracias –dije caminando temerosamente. La puerta de la habitación estaba frente a la suya. Sólo había una cama de una plaza, un pequeño closet, una ventana que daba hacia atrás del edificio, y un pequeño mueble. -¿Estás bien? –preguntó. Sonreí internamente. -Sí… no te preocupes - actué-. Es sólo que la película me dejó un poco inquieto. Pero no te preocupes, me las arreglaré. -¿Estás seguro? Si quieres puedo hacerte compañía hasta que te duermas -«Que tierno este hombre» pensé. Había mordido el anzuelo, pero todavía no preguntaba lo que importante. -No quiero molestar, en serio. Ya estoy bastante grande para tener pesadillas –Lo observé con cara de niño temeroso-. Además, tienes que descansar. Aquí estarás muy incómodo… -Si quieres puedes dormir en mi habitación -«¡Bingo!» celebré mentalmente-. Así te vigilaré. Prometo que no pasará nada. Sé que es muy pronto y… -Está bien –respondí antes de que diera demasiadas explicaciones. Caminé jovialmente hasta su habitación. Él se acostó y desde ahí me observó silenciosamente. Comencé a quitarme mi ropa lentamente y fingiendo naturalidad. No había llevado pijama, así que dormiría sólo con mi slip y mi camiseta. Cuando me quité el pantalón, bajé con mis manos acompañando todo el recorrido hasta mis pies. Luego ...