1. Virgen y Cuarentona


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... otra mitad?-Quiero verte desnuda y darte una ducha con una regadera.Se hizo la ofendida.-¡¿Te piensas que soy una puta barata?!-Perdona, pero es que me muero por comerte el coño.Se quedó mirándome, y después, me dijo:-¡Vas a piñón fijo, sinvergüeza!-Voy, pero tengo...No me dejó acabar la frase.-¿Tienes ganas de follar conmigo?-Muchas, pero queria decir que tengo vergüeza, sólo que acostumbro a dejarla en casa cuando salgo de ella con la idea de follar.-¡¿Ya te levantaste con esa idea?!-Sí, y al despertar me hice una paja pensandio en ti.-¡¿Te corriste pensando en mí?!-Y eché leche por un tubo.-¿Entre mis tetas?-En tu boca.Se le escapó una sonrisa.-Estás intentando calentarme, ¿a qué sí?No podía negar lo obvio.-¿Lo estoy consiguiendo?-¡Eres tan joven!-¡Y tú estás tan cachonda!Ya la tenía en el bote.-¿Y si te diese yo a ti la ducha?Iba a mojar, fijo.-¿Me desnudo ya?-Desnuda. Yo voy a buscar la regadera.Cuando Mucha volvió con la regadera llena de agua en una mano, una tina en la otra y me vio desnudo, vio el cuerpo de un joven de 16 años, musculado y empalmado. Sus ojos brillaron al decir:-¡Desnudo eres más hermoso de lo que dicen! ¡¡Y vaya tralla tienes ahí!!Sus palabras incharon mi pecho.-¿Quieres chuparla, preciosa?Se puso colorada como si fuese una jovencita que oyera su primer piropo.-¡Ay que me llamó!-Te llamé por tu verdadero nombre. Repito. ¿Quieres chuparla, preciosa?-No, y me encantaría hacerlo, pero sería peligrosa como una víbora si me llegase a calentar ...
    ... demasiado.-Ya te dije que tengo condones, guapísima.-Los condones se rompen. Métete en la tina. ¡Y deja de adularme!Me metí en la tina. Me echó agua sobre la cabeza. Cogió el jabón de la Toja y lo pasó por mi cuello, por mi espalda, por mi pecho... Froté mis costillas y mis axilas, las pelotas... después de enjabonarme, me volvió a echar agua, me volví a frotar y me quité el jabón. Luego cogí la verga y empecé a menearla.-Untámela con jabón, reina.-¿Reina?-Reina, princesa... hoy serás lo que tu quieras ser.Mucha, timidamente, me enjabonó la verga. Luego su mano la cogió y me masturbó. Su boca buscó mi boca. Le planté un beso en los labios de su cara sucia. Ella seguía pelándomela. Le bajé la cremallera del vestido. El vestido, sucio, cayó al piso. Se quedó en sostén y bragas, que de su blanco original pasaran a color marrón con el polvo que tenían. Sus sobacos olían a sudor, era un olor fuerte, como a rancio. Esto hizo que mi verga latiese y que ella lo notase en su mano. Dejó de masturbarme. Se quitó el sujetador y las bragas, ¡Menudas tetas se gastaba, grandes y con areolas negras, inmensas, y con unos pezones que parecían puntas de lanza. Su coño estaba rodeado por una selva negra. Agarré las tetas y las mamé con lujuria... La mujerona, gemia. Estaba a punto de correrse y aún no le hiciera nada. Me agaché. Su coño peludo y mojado olía a bacalao. Con mi boca al lado de él, le pregunté:-¿Te quieres correr, cielo?Susurró:-Síííííí, vida mía.Después de jugar un par de minutos mi lengua en ...
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