1. LA EMPLEADA DE MI JEFE - PARTE IV


    Fecha: 28/12/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    LA EMPLEADA DE MI JEFE - PARTE IV
    
    Hola amig@s, soy German otra vez para seguir compartiendo con ustedes mis experiencias sexuales con las cholitas que llegaban a trabajar como empleadas en la casa donde trabajaba hace unos años atrás como chofer de una familia aquí en La Paz – Bolivia.
    
    En una ocasión, la esposa de mi jefe recibe como empleada – cocinera a una señora cholita o chola de pollera que se llamaba Maria, mayor de edad, tenía dos hijos, un muchacho de 12 años y una hija de 17 años, como siempre me gustaba ayudarlas en todo los quehaceres de la casa mientras el tiempo me daba para eso, la señora me llega a tener cariño y confianza, pero siempre era bien seria y trabajadora, su hijo menor se iba a al colegio por las tardes y su hija por las mañanas.
    
    En una tarde conversando me contó que ella era separada de su esposo, que era un chofer que realizaba viajes continuos manejando un camión y que en varias ocasiones le fue infiel, razón por la cual se separó de él y que al final ahora vive con otra chola.
    
    Luego de unos meses que trabajaba en la casa, una tarde cuando regreso de llevar a mi jefe a su oficina y a su esposa a su trabajo, subo a la cocina y encuentro a María lavando el piso de la cocina con manguera que conectó desde el patio trasero, y para lavar el piso con un trapo se pone de cuclillas, y para no mojarse sus polleras se los suspende un poco lo suficiente para dejarse ver sus piernas que por unos segundos miré llegando a ver su calzón con ...
    ... dibujos de florecitas, creo que no se dio cuenta de lo que ví y continuó frotando el piso, me pide que le ayude echándole agua y así lo hago hasta terminar de lavar el piso. Pero en mi mente me quedó esa imagen de sus piernas y algunas veces no podía dormir pensando en esas ricas piernas, por esos cada vez que podía trataba de ver sus piernas cuando subía las gradas o cuando se agachaba para recoger algo del piso.
    
    Después de unas dos semanas, por la tarde, regreso a casa como de costumbre y María se encontraba limpiando la despensa donde guardan los alimentos de la casa, era un muebles de varias repisas y ella estaba subida sobre unas gradas de madera portátiles de tres peldaños que teníamos para esas ocasiones, entonces al ver que ella estaba encima de esas graditas me acerco a charlarle, y jugando le muevo las graditas portátiles que por el tiempo de uso ya no estaban tan firmes, y ella se asusta……que te pasa …me vas a hacer caer…me decía……..y una de esas le digo…sabes qué?.....el otro día cuando estabas lavando el piso de vi tus piernas hasta arriba…….ja…ja…jaaa, se rió un rato… mentiroso….me dice…..en serio María, le digo…sabes hasta donde te ví?.....te muestro hasta donde?.........se vuelve a reír y tímidamente le toco su pantorrilla que estaba a la altura de mi cintura mas o menos…deja, me dice…..pero acaso te duele, solo te toco suavito para decirte hasta donde de he visto el otro día, le digo……no te pases, me dice…..y otra vez le toco y empiezo a acariciarle sus ...
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