1. el vecino puton


    Fecha: 30/12/2020, Categorías: Gays Autor: homesubmis, Fuente: SexoSinTabues

    ... holgados Abanderado blancos que siempre llevaba. Tras poner el partido de baloncesto de la ACB se giró y me dijo: Hijo, sabes porque las mujeres discuten tanto con sus maridos? – No le respondí solo miré como se rescaba los huevos y luego se olía la mano con naturalidad poniendo cierta cara de placer al recibir ese estimulo olfativo. Para no follar… así de simple. Tú te preguntarás en su momento ¿qué ha pasado?, ¿por qué ya las cosas no son como antes?. Pero la respuesta es muy fácil: para no follar. Yo no respondí, pero recordaba mucho esas palabras, casi a diario desde que nació mi hijo. En cierto modo empezaba a extrañar a ese padre putero que odié durante años. Viví en una casa donde las riñas eran diarias y retrasmitida a gritos para el resto de vecinos, incluso para la zorra que se follaba mi padre y su marido calzonazos. Como podéis ver me casé joven para lo que es habitual actualmente, empujado por el conservadurismo de la familia de mi mujer y fomentado por escapar de la casa de mi amargada madre. Vivimos en la típica urbanización de nueva construcción de las afueras de Madrid, con su piscina y parque infantil dentro de las instalaciones comunes. Un piso preparado para tener dos o tres hijos en el que todas las parejas parecemos clones… cercanos a la treintena con hijos pequeños o en camino de tenerlos. Un sitio que cada vez me deprimía más. Aunque todo parecía genial, yo cada día era más infeliz. La verdad es que al principio encontré consuelo en un par de colegas ...
    ... que tengo en la urbanización. Ellos están casi como yo, matándonos a pajas, aunque yo creo que soy el caso más extremo… ellos al menos follan de vez en cuando. Yo les miento y creen que algún polvo he echado en los últimos meses. El único que no encaja en el perfil de parejas clónicos de la urbanización es mi vecino de enfrente. En cada planta solo hay dos vecinos, y nuestro vecino es un tío de unos treinta años, el cual pasaría desapercibido en cualquier sitio si su casa no fuera como un cuarto oscuro. Desde que se mudó hace dos meses no dejan de llegar tíos a follárselo. De todos los tipos… jóvenes, más mayores, cachas, delgados, en traje, en chándal… Mi mujer anda de los nervios, porque no se corta un pelo, se escucha todo y es uno de sus temas preferidos de discusión. Quiere que llame a la policía para denunciarlo por prostitución… Y yo le digo que es su vida y se puede follar lo que le de la gana. Tras la enésima bronca con mi mujer, que acabó con el niño llorando y yo durmiendo en el sofá, decidí contentarla a mi pesar. Como me dijo mi mujer llamé justo cuando llegaron dos chavales de 20 años que tenían pinta de venir a darle caña de la buena. Los típicos chandaleros que no cuidaban especialmente las aparencias, fijo que olían a choto los cabronazos. No tardaron en confirmar lo que esperábamos, desde la habitación que iba a ser del niño (que tuvimos que reubicar ante la insistencia de mi mujer) y el baño de invitados al que yo había sido relegado, se escuchaba todo muy ...
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