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Mis alumnos I
Fecha: 03/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Mi nombre es Francisco y desde niño supe que era homosexual. No obstante, nunca me habían gustado los hombres de mi edad; siempre buscaba hombres mayores u hombres más jóvenes que yo. Mi primera vez fue con mi tío, quién me llevaba 27 años, mi siguiente experiencia sexual fue con un primo menor. En esencia, mi vida sexual siempre ha sido. interesante. Acababa de cumplir 36 años cuando me contrataron en aquella escuela para varones. En ese momento yo era un hombre sumamente guapo y varonil, hacía ejercicio diariamente y eso se notaba. El día de la entrevista use un traje azul marino, el cual me hacía ver viril. Al llegar al colegio me quedé atónito. Todos los estudiantes eran en verdad apuestos y verlos en aquellos uniformes simplemente me excitó. No había ningún muchacho que no se viera varonil con es el uniforme: el saco debía ser algo ajustado, al igual que el pantalón (lo cual me encantaba pues resaltaban sus traseros y sus bultos), sus zapatos negros bien listados complementaban aquella excitante imagen. Por un momento pensé en rechazar el trabajo, sin embargo, la paga era muy buena y no podía darme el lujo de no aceptar. Mi primer día llegó y me asignaron mi grupo. Me tocó darle clases a uno de los grupos de segundo de secundaria. Al entrar y presentarme, pude darme cuenta que no había ningún chico feo, además, todos se veían muy varoniles a sus 14/15 años y fue un tanto difícil ocultar la erección que inmediatamente sentí en mis pantalones. Pese a mis esfuerzos, pude ...
... ver como algunos estudiantes se dieron cuenta del gran bulto que se dibujaba en mis pantalones, pero en ningún momento vi algún signo de repulsión. Conforme pasaron las semanas, los alumnos y yo creamos una muy buena amistad y complicidad. En esencia, los alumnos me veían como el ejemplo de hombre al que se querían convertir. Querían que les enseñará a ser hombres y así lo hice; jugaba fútbol con ellos, almorzaba con ellos, iba al gimnasio con ellos e, incluso, no había ningún símbolo de incomodidad al bañarnos juntos en las regaderas, por el contrario, cuando me quitaba mi traje o mi ropa deportiva, los chicos me veían como si fuera una obra de arte. En algunas ocasiones escuche como algunos de ellos decían que mi cuerpo les parecía el ejemplo de cómo un hombre debe lucir. Veían mi pene en cada oportunidad que tenían y algunos también veían mi culo. Yo lo disfrutaba, en especial porque ellos también me permitían verles desnudos; hombres jóvenes, cuerpos vírgenes y deliciosos. Había 5 chicos que me llamaban mucho la atención: Rony, Fernando, Enrique, Juan y su hermano Pablo. No solo eran apuestos, sino que también eran varoniles para su edad y, además, tenían los mejores traseros que he visto en mi vida. Todos notaban la preferencia que sentía por ellos, y estos disfrutaban eso, se sentían especiales. De manera cotidiana ellos venían a consultarme cosas de hombres. Me preguntaban del tamaño del pene, de la masturbación, de mujeres, etc. Había algo que me molestaba de ellos: ...