Miradas en un bar - Relatos Eróticos

Miradas en un bar

... bajó para abrirle la puerta y arrancaron, por dentro estaba que explotaba por todo lo que sentía, peor tenía que calmarme y seguirlos, los seguí por unos 20 minutos a una distancia considerable, hasta que ellos entraron en un motel, me estacioné cerca del motel y no sabia que decisión tomar: entrar a encararla, hablarle y decirle que lo sé todo, peros éxodo mandarle mensaje preguntándole cómo iba el café y ella me contestó que muy aburrido, escuchando los problemas de su amiga, hay que reconocer él cinismo, le seguí la plática y le dije que me avisara cuando ya estaba en su casa. Ya no recibí contestación alguna y espere dos horas aproximadamente y no salían, así que decidí marcarle, contra todo pronóstico me contesto, estaba que no me la creía de cómo se atrevía a contestarme, claro se escuchaba agitada y me dijo que ya se iba dormir, que estaba en casa de su amiga. Impactado decidí esperar un poco más y fue hasta dos horas después que salieron, estaba muy oscuro, así que no pude ver nada y me propuse a seguirlos sin saber a dónde iban, había un coche entre ellos y yo y podía ver que se besaban y besaban, hasta que se pararon en una valla oscura, ahí fue donde no tuve de otra más que regresarme a mi casa, no había lugar ahí para mí, era muy obvio y podían verme.

Al día siguiente fue a mi casa, no quería hacer porque estaba muy cansada y otra vez terminamos viendo películas. Ella de verdad se veía cansada, la puse cachonda y al verla encuerada, ...

... pude notar su vagina roja irritada, sus rodillas con nuevos moretones, sus nalgas aún irritadas, sus pezones ufff. Mi excitación era incomparable, no dejaba de pensar la forma que tuvo sexo con Jaime para estar con tantas marcas, fue tanta mi calentura que al momento de penetrarla, no me Lic tuve y le dije "que tal la cogida de ayer" ella al principio trato de quitarme, pero en seguida le dije que no estaba enojado, a lo que ella respondió abriendo más sus piernas y me dijo que estuvo delicioso, llevaban días cogiendo, que le fascinaba como la hacía gritar, le encantaba que Jaime de la metiera de perrito, que la dejara sudando y que le fascinaba serme infiel. Conforme escuchaba lo que decía, la iba penetrando más y le decía que me confesara algo más, a lo que ella respondió entre gemidos, que el día del bar que conocimos a Juan, ella estuvo un tiempo a lado de el y en ese momento el estaba acariciando su pierna por debajo de la mesa y cuando me pidió que la masturbara y la cogiera en el coche, fue porque estaba excitada pensando en el.

Cogimos delicioso y le dije que en verdad me gusta me sea infiel; ella solo le icono que me quería decir, pero que le daba pena por lo que había osado con mi amigo y para no hacer el cuento largo, le dije que ella podía hacer lo que quisiera con quien quisiera, pero que me contara todo y ella con gusto aceptó.

Espero les haya gustado, cualquier sugerencia u opinión es válida para mejorar en mis relatos siguientes.