Karen la sumisa - Relatos Eróticos

Karen la sumisa

... carcajadas resonaban la casa, voltie la mirada para ver a Karen, y note que estaba siendo besada por uno de ellos, mientras le agarraban y sobaban la pierna, los demás lo notaron y se pusieron cachondos, yo solo me acomode al mueble para verla mejor. Uno de ellos no se aguanto y se levantó agarró a Karen de la mano ,la separó del tipo y se la llevó hasta su lugar donde estaba sentado para hacerla sentar en sus piernas y besarla apasionadamente, notaba como las manos de mi excompañero apretaban sus senos se mi hija, sin contenerme, saque mi verga del pantalón, Karen mientras era besada la vio, y como toda una putita, se bajó de las piernas del tipo, y se arrodilló ante mi, entre mis piernas para besar y chupar mi verga, los demás miraban en silencio, hasta que decidieron retirar y sacar sus penes, Karen ya drogada y emocionada, empezó a mamar toda esas vergas por orden como toda una actriz porno, chupaba y rechupaba a su gusto, sabía que estaba cumpliendo su fantasía, después de una hora hizo que algunos se viniera en su boca, era exitante ver chorros de semen caer por los lados de sus labios, o ver cómo se tragaba toda la leche de otros, se convirtió en una sumisa del grupo, como si fuera una prostituta contratada. Me levanté del mueble, Karen aún estaba mamando, le agarre del brazo para que se ponga de pie, la cargue y. me la lleve al cuarto, estaba tan exitado que sentí que quería penetrarla. Entramos a la habitación, la avente a la cama, ella de espaldas empezó a separar ...

... sus piernas, retire sus prendas, me recosté entre sus piernas acomodando mi verga, empecé a besar su cuerpo y sus tetas, acomode mi verga en su vagina y empecé a meter de a poco y suavemente, hasta meter toda la cabecita, para seguir metiendo, sentí como se rompia su virginidad, retire un poco mi verga y note sangrecita, me di cuenta que mi hija paso a convertirse en mujer, decidí meter mi verga más a fondo, Karencita se retorcia de placer, empujaba su cabeza para atrás levantando su quijada, producto del placer que sentía, me abrazó fuertemente, gemía de placer hasta que sentí que se vino, seguí metiendo mi pene hasta llegar hasta el fondo y meter mi pene hasta la raíz, la embestia con fuerza, haciéndola remover su cuerpo al ritmo de las metidas de verga que le estaba dando, sentí que me estaba viniendo al igual que ella sentía su segundo orgasmo, después de un corto tiempo, ambos nos venimos, dejando mis chorros de semen dentro de ella combinado mi semen con sus flujos vaginales. Saque mi pene y lo sacudí en sus labios vaginales para sacudir hasta la última gota de leche, Karen se bajó de la cama y me empezó a chupar para limpiar mi pene, después de un rato salí del cuarto, Karen se quedó en la cama desnuda, Me fui donde estaba el grupo mientras me acomodaba la ropa, uno de ellos se paró y se fue a la habitación, era obvio que los gemidos de Karen había despertado más la lujuria de todos, note que el tipo entro a la habitación y cerró la puerta, mientras los demás miraban ...