1. El despertar de mis escondidas intenciones (Parte 2)


    Fecha: 18/01/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... diste.
    
    Dije esto tratando de tomarlo como excusa para lo que tenía en mente.
    
    Rápidamente y, aprovechando que aún no se recobraba del todo, comencé a quitarme la ropa; solo mi bóxer impedía que mi amigo saliera de su encierro.
    
    Tomé sus brazos colocándolos tras su espalda, tiré de la última prenda que me separaba de ella para colocarlo directamente entre sus nalgas.
    
    —¡No por favor!, le escuché apenas decir, ¡no quiero!
    
    —¡No diré nada!
    
    Tarde llegó esta suplica, había pasado el punto de no retorno y nada me haría cambiar de planes.
    
    Sin decir algo dirigí mi herramienta directamente a su esfínter, situación que le hizo intentar una vez más el librarse de mí.
    
    —¡Voy a cogerte como según tú dices que hice!
    
    Diciendo esto me introduje en su cavidad haciendo que ella diera un grito que con esfuerzo pude hacer callar
    
    —¡Aaaagggghhhh!, AAAAGGGGHHHH!
    
    —¡No!, ¡por favor no!, Por fav… Mmmmggghhhh
    
    Me salí de ella dándole un respiro solo para casi inmediatamente volver a estar dentro suyo.
    
    —¡Me duele!, por favor ¡sácalo!
    
    El placer por ...
    ... sentirla sodomizada embotaba mis sentidos, así que continué; su esfínter me apretaba intentando en vano deshacerse del intruso, provocándome espasmos de placer por cada contracción.
    
    —Ahhhhhh ¡si!, ¡Tu culo es la gloria!
    
    —¡Noo!, ¡NOOOOO!!! ¡por favor ya no!
    
    El momento, su cuerpo, sus gritos hicieron mella en mí, provocando la pronta explosión y un orgasmo como nunca lo había tenido; inunde su intestino bombeando una cantidad enorme parte de la cual comenzó a derramarse entre sus piernas.
    
    —¡No!, ¡no!, ¡no!
    
    Ya no gritaba, solo sollozaba su infortunio.
    
    —¡No!, ¡no!, ¡no!
    
    Me retiré de ella aún con una mediana erección, tomé una parte de tela que con anterioridad había sido su top y me limpié.
    
    Restos de esperma, heces y un poco de sangre salían de su esfínter, aún expandido por mi brutal ataque.
    
    Ya no lloraba, con dificultad se incorporó y, sin decirme algo, se encaminó a su recamara; dio un portazo y se escuchó el seguro de la misma.
    
    Lo que pasara de ahora en adelante el destino ya lo había decidido, tomé mi ropa y me dirigí a la salida… 
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