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El nuevo vecino
Fecha: 24/01/2021, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la polla sobre el pantaloncito, recorriéndola en toda su longitud. -Uf, John, que dura. Y que grande. Es enorme. -Lleva dura desde antes. Me pones tan cachondo, Luz. Estás buenísima. Luz metió la mano por dentro del pantalón y tocó la desnuda piel. Caliente, palpitante. Agarró la gruesa verga, maravillándose otra vez de su grosor. Sus ojos llegaban a la altura del pecho de John. Levantó la cabeza, para mirarle a los ojos. John no pudo por más que agacharse un poco y besar aquellos tentadores labios. La atractiva pelirroja, con su piel blanca, sus gafas de empollona, y su mano agarrándole la polla lo tenían muy excitado. Llevó las manos hasta las generosas tetas de la chiquilla y las acarició al tiempo que le chupaba la lengua. Ella gimió en su boca. El chico llevó sus amplias manos al tentador culito de la mujer y la atrajo hacia él, con fuerza. No le costó nada levantarla en peso y llevársela hasta el dormitorio. Ella lo rodeó con sus brazos y lo besó, sin mucha experiencia pero con todas sus ganas. -Joder, Luz. Cómo me pones. Lástima no poder follarte bien follada. -¿Follarme? - susurró Luz, derritiéndose entera. Llegaron a la amplia cama de matrimonio. John la hizo sentar al borde y él se quedó de pie. -Bájame los pantalones. Luz puso sus manos a ambos lados de la prenda y empezó a bajarlos despacio. Apareció el ensortijado pubis, el tronco de la gruesa polla. Siguió bajando el pantaloncito hasta que la verga se liberó y saltó como un ...
... resorte. Casi le da en la cara. -Uf - exclamó Luz. -Ya no puedo más Luz. O me haces una paja ya o me correré sin tocarme. Luz agarró la barra con las dos manos y empezó a moverlas. John gimió de placer. -Ummm, eso es.... así. ¿Recuerdas lo que quiero, verdad? -Sí. -¿Qué era? -Correrte... en mis tetas. -Sí, sí, sí. Justo eso. Llenarte esas dos preciosas tetas tuyas con mi leche. Pero será mejor que te quites la camisa y el sostén. Va a ser una buena corrida y a ver que le dices a tu madre si llegas a casa con leche de macho en la ropa. Quitarse las prensas significaba soltarle la polla. Y ella no quería soltarle la polla. Por eso lo hizo a toda prisa. Casi se salta un par de botones. Se quitó la camisa y después el sujetador. -Wow, Luz. Son perfectas - se admiró él a ver su preciosidades al desnudo. -Gracias - dijo ella, volviendo a coger la polla y retomando la paja. John se acercó más a ella. La punta de la polla quedó a menos de 10 centímetros de las tetas. Y a la nariz de Luz le llegó el olor. Un olor que se le metió en el cerebro, embriagándola. -Póntela entre las tetas. -¿Eh? -Mi polla. Ponla entre esas dos tetazas. Luz enderezó un poco la espalda y se acercó. Como había visto en varios vídeos, atrapó la polla entre las dos tetas y con las manos presionó. No pudo juntarlas y encerrar completamente la barra entre ella. -Aggg, joder... así...Luz...que morbo. John empezó a moverse, a follarle las tetas a la blanca jovencita. ...