Niña Mala busca profesor enseñe sexo duro
Fecha: 26/01/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Soy la segunda hija de la familia. Mi hermano estudiaba en la prepa -de paga por supuesto- y bueno, yo lo inicié en el sexo después de ti ¿Sabías eso? No. No lo sabes pues te fuiste. Te contaré que paso después. Estudié en la escuela que mi padre fundó. Todo era muy normal hasta que llegaste. En esa ocasión también llegaron otros maestros. Mi padre corrió a eso maestros pues eran unos inútiles. Querían enseñarle como dirigir una escuela. ¿Te los imaginas? Grupo de idiotas muertos de hambre. Mendigando su sueldo cada quince días. Te digo que los corrió y ustedes los sustituyeron muy bien. Te hiciste cargo de los grupos de segundo, me acuerdo. Tan amable. Tan lindo con todos y todas. Mi madre -esa estúpida- cayó rendida ante tu amabilidad, tu aplomo y tu sonrisa. No eres un Adonis, pero tienes tu miel. Sabes decir cosas y hace cosas que nos hacen pensar muy bien de tí. Yo pensé que era su ridícula imaginación. Pero puse más atención. Y sí. Descubrí que decías cosas dulces acerca de nuestras sonrisas, nuestros gestos, nos decías guapas todos los días y eras cortés para las cosas que nuestros varones no hacen. Mi padre con mi madre, por ejemplo. Ya casí no la toca y aunque me duele admitirlo, la maltrata. Ella es sólo su pareja para cumplir con su familia. Él tiene varias amantes. Así que cuando le mostraste afecto sin nada más a mi madre, pues se sintió amada, ¡que estúpida! ¿No? Una mujer con familia, pensando que la amarían por lo que es. Yo la veía y me daba lástima. ...
... Entonces elaboré un plan para enseñarle que era una mujer vieja y ridícula. Te enamoraría y te haría mío. Mi cuerpo era el de una chica mayor a pesar de no tener quince. Todo era bonito y firme. Pequeño pero lindo. Esa clases de ballet dejaron mis piernas y mi trasero lindos. Mis pechos pequeños con sus pezones rosaditos. Nadie se me parecía en el salón. Nadie. Pero como no tenías contacto conmigo tenía que pensar como traerte a mi. Así que le dije a mi padre que necesitaba clases extra para la materia de inglés -excusa tonta pues tomo clases desde el preescolar, hablo mejor que tu, pues además he viajado a Canadá y Europa- para así pasar el examen de certificación. Lo penso un poco, y es que soy su consentida, para decirme sí, como siempre. Que le dijera los días. Ahora necesitaba un motivo para que tuviéramos sexo. Y entonces noté a tu colega, la maestra Margarita. Te miraba y la mirabas tanto. Los días en que yo llegaba temprano los observe. La querías y ella a tí. Una tarde llovió muy fuerte y no se pudieron ir. Sólo terminaron de entregar a sus alumnos y la lluvia no los dejo partir. Esa tarde, ella salió un poco desaliñada de tu salón. En realidad no supe lo que ocurrió, pero tuve una gran idea. Nuestras clases fueron tres veces por semana en la casa. Un poco después de salir del colegio. Tu hiciste el papel de muy propio pero pronto te relajaste y fuiste como eres con todos. Me hacías sentir tan importante, tan linda, tan inteligente, que pronto sentí algo que no estaba en el ...