1. Madre e Hijo


    Fecha: 29/01/2021, Categorías: Incesto Autor: Maicon, Fuente: CuentoRelatos

    ... todos los chicos le pasa en una determinada edad, le llaman complejo de Edipo.
    
    —¿a ti también te pasó?
    
    —La verdad es que no lo recuerdo. De todos modos, lo pasamos bien y nos excitó mucho fantasear con que podía ser él, pues ya está, no le des más vueltas.
    
    El resto del camino, Teresa fue muy pensativa y sin decir una palabra.
    
    Por la noche cuando me metí al msn, le dije a Teresa.
    
    —Mira está ahí otra vez, me ha saludado y me ha dicho que, si nos vemos otro ratito, voy a ignorarlo.
    
    —No, no, déjame a mí.
    
    En ese momento pensé que se iba a descubrir todo. Pero me equivoqué, pues mi mujer dijo “vale vamos a vernos” y él lanzó una invitación para verse por webcam, ella aceptó.
    
    Allí estaba él, otra vez con su polla erecta contemplando las piernas de su madre.
    
    —¿qué edad tienes?
    
    —Tengo 20 años.
    
    —Yo tengo 43 —contestó Teresa.
    
    —¿la edad es algún problema?
    
    —No, pero podría ser tu madre.
    
    —Pues eso me excita más todavía —respondió Juan.
    
    —Te excita que yo pudiera ser tu madre.
    
    —Sí —respondió mi hijo Juan.
    
    —¿Y eso? ¿es que estás enamorado de tu madre?
    
    —Enamorado no, pero un buen polvo sí que le echaba. Está buenísima. No veas la de veces que me he masturbado pensando en ella.
    
    —¿De verdad?
    
    —Sí, de verdad, bueno mamá súbete la falda. No te importa que te llame mamá verdad.
    
    —Sí, llámame mamá —respondió Teresa.
    
    Yo estaba en una esquina leyendo la pantalla sin respirar, pues no sabía cómo podían desarrollarse los acontecimientos. ...
    ... Pero me di cuenta que empezaba el juego.
    
    Mi mujer se subió la falda, se quitó las bragas, se abrió de piernas subiéndolas al reposa brazos. Mostrando su coñito totalmente abierto. Ignorando que yo estaba allí, sabiendo que era su hijo. Comenzó a meterse el pene de látex hasta el fondo, acariciándose los pechos y dando gemidos como una gatita en celo.
    
    Fue fantástico, Me tuve que desabrochar el pantalón, pero fue inútil, lo único que conseguí fue liberar mi pene para que soltara un chorro de semen. Mi mujer se corrió con el pene de látex metido a tope y mi hijo también soltó su río de leche.
    
    Al día siguiente follamos recordándolo. Después comentamos lo morboso de la fantasía.
    
    Durante esa semana mi hijo y mi mujer se mostraron muy cariñosos, que si mi hijo le daba un palito en el culo a su madre, que si su madre le daba un piquito.
    
    El fin de semana siguiente volvimos a repetir la hazaña.
    
    Pero esta semana la historia ha dado un giro inesperado e inexplicable, he quedado después de comer con el mecánico para reparar una avería en el coche. Me comentó que tardaría unas dos horas.
    
    Terminada la comida me dispongo a marcharme al taller y sale mi mujer a despedirse, con una única prenda puesta, unas braguitas negras transparentes, que dejaban ver su coñito recién depilado todavía rojo de los tirones. Los pechos al aire.
    
    Y sin cortarse un pelo delante de mi hijo. Como es lógico, a los dos machos de la casa se nos fue la mirada al mismo sitio.
    
    Me marché al taller ...