Mi madre y la vendedora
Fecha: 31/01/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: RaxterTales, Fuente: CuentoRelatos
Siempre he pensado que toda mujer lleva el lesbianismo en su sangre, ya que son hermosas y es imposible resistirse a los encantos de una.
Un sábado en la mañana tocan a la puerta, al abrir casi se me cae la boca, una mujer de unos 40-42 años, con unas tetas gigantes parecidas a las de la actriz porno Milena Velba estaba ante mí: morena, cabello castaño, con unos ojazos cafés, un cuerpo increíble, camisa blanca, pantalón de mezclilla muy pegado.
- Hola joven, mucho gusto, soy Claudia Romero, ¿Esta tu mamá?
- Sí, sí. Conteste nervioso, ella me miraba con una sonrisa.
Fui a hablarle a mi madre, al llegar quedo igual de sorprendía que yo.
- Hola, mucho gusto señora me llamo Claudia Romero, vengo ofreciendo cremas para la cara y así obtener un cutis perfecto.
- No ahorita no, gracias. Mientras echaba algunas miradas a sus tetas.
- Tengo 56 años y mire mi cara, cero arrugas. Mi madre y yo nos sorprendidos, se veía mucho más joven.
- Mmm, bueno pase. Respondió mi madre.
- Muchas gracias, solo será un momento.
Se sentó en el sillón de la sala y saco de su portafolio los productos, los mostraba le decía a mi madre como usarlos, yo solo estaba allí por morbo de ver esas tetas, ella no quitaba su sonrisa de la cara, se nota que sabe hacer sentir en confianza a sus clientes, notaba como mi madre igual no paraba de mirarle aquellos melones que parecían explotar en esa camisa tan apretada.
En eso la vendedora pidió ir al baño, a lo cual mi madre la guío, ...
... al regresar me dijo.
- ¿Le viste esas tetas? Me sorprendió la pregunta de mi madre.
- ¿Que? No, no. Mintiendo.
- ¡Oh vamos!, hasta yo sé las vi, son gigantes.
- La verdad es que sí. Solté una sonrisa pícara.
- Ándale sube a tu habitación a limpiar tu cuarto, que aquí te vas a distraer mucho. Dijo riendo.
En eso volvió Claudia y yo me fui a mi cuarto, pero tenía curiosidad, aquella auténtica Milf me la puso durísima, baje un poco las escaleras sin hacer ruido y podía escucharlas y mirarlas.
- ¿Entonces quiere estás cremas verdad?
- Si. Respondió mi madre.
- Bien, le aseguró que le van a servir mucho.
- Eso espero.
Mientras hacia la nota de los productos que pidió mi madre, ella le pregunto algo me dejó helado.
- Disculpa la pregunta pero tengo curiosidad ¿Son naturales? Dijo tartamudeando.
- ¿Qué cosa?
- Tus este, te, te, tetas.
- Jaja, Si, muchos me preguntan eso.
- No lo puedo creer, son muy grandes.
- Desde niña me empezaron a crecer demasiado, el doctor dijo que eran por qué producía muchas hormonas, ya te imaginas la de chicos que andaban tras de mí en la escuela.
- ¿No te duele la espalda?
- Una se termina acostumbrando.
- Uff. Expreso mi madre.
- Anda toca para que veas.
- Hay no, qué pena.
- Vamos, no pasa nada. Seguido de esto tomo la mano de mi madre y la acercó a sus tetas.
- Tu hijo y tú no paraban de mirarlas desde que llegué jaja.
- Perdón, nunca había visto unas tan enormes y eso que las ...