1. Cristina (4)


    Fecha: 02/02/2021, Categorías: Gays Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Alejandra, la madre de Cristina, una mujer de 38 años, rubia, alta, de ojos azules, muy guapa, con grandes tetas y un buen culo, llegó a la habitación de matrimonio y sintió el ruido de la ducha. Se desnudó para darle una sorpresa a su marido. Agustín, salió de la ducha, en pelotas y empalmado. Alejandra, ya tumbada boca arriba en la cama, mirándole para la polla, le dijo:
    
    -¿Quién se va comer esa cosita linda?
    
    Agustín, se acordó de las palabras de Mariola, al darle por detrás.
    
    -¿Linda? ¡Esta cosita linda te va a follar hasta dejarte los ojos en blanco, guarra!
    
    -¡¿Qué lenguaje es ese?!
    
    -¡Mi jodido lenguaje, puta!
    
    Alejandra, estaba sorprendida.
    
    -¡¿Qué me has llamado?!
    
    -¡¡Puta! ¡Vas a ser mi puta! ¡¡Voy a comerte el culo y después te lo voy a follar!!
    
    -¿Has vuelto a esnifar coca, Agustín?
    
    Agustín, no le respondió. Fue a la cama. Le dio la vuelta a Alejandra. Se subió él a la cama. Le abrió las piernas, después la nalgas y le lamió el culo.
    
    -¡No, Agustín, eso acordamos que era tabú!
    
    Agustín le metió y sacó la punta de la lengua en el culo.
    
    -¡Para, asqueroso!
    
    -¡Arrodíllate o te azoto!
    
    Como no se arrodillaba, Agustín, le dio unos cachetes, suavecitos, en las nalgas.
    
    -¡Vale, vale! Me arrodillo, pero no me azotes.
    
    Alejandra, se arrodilló, y Agustín con su lengua y sus labios, chupó y lamió su clítoris, lamió su coño, lamió su periné, pasó la lengua por su culo y metió y sacó la punta de la lengua del ano. Alejandra, se había ...
    ... callado.
    
    -¡¿Te gusta, zorra?!
    
    -¡No, no me gusta, maricón!
    
    Agustín, al pasar su lengua por el coño de Alejandra, sentía que estaba empapado.
    
    -Tu coño no dice lo mismo, perra!
    
    -¡Serás hijo puta!
    
    Agustín metió su polla hasta el fondo en el coño rasurado y empapado de Alejandra. Lo sacó lubricado. Le puso la punta de la polla en el ano. Empujó un poquito. Le metió el glande.
    
    -¿¡Qué haces, maricón?!
    
    -¡Vete empujando con tu culo para que entre, o te azoto!
    
    Como no empujó, le dijo otra vez unos suaves cachetes en las nalgas.
    
    -Ya empujo, ya empujo.
    
    Alejandra, comenzó a follar con su culo la polla de Agustín. Poco después. Agustín sintió como su esposa empezaba a temblar. Alejandra, al sentir que iba a tener su primer orgasmo anal, ya no fingió más.
    
    -¡¡Vuelo, vuelo!!
    
    Agustín, mientras Alejandra, se corría, le llenó el culo de leche. Al acabar de correrse, le dijo Alejandra a Agustín:
    
    -Acabas de clavar otro clavo en tu ataúd.
    
    -¿Por qué? Te gustó, y no lo puedes negar.
    
    -No, no lo puedo negar, pero lo que hiciste fue sin mi consentimiento.
    
    -¡Anda y que te den! Te desnudas para mí...
    
    -Aún somos marido y mujer. Tengo mis necesidades.
    
    -A mí, en este momento, más que el divorcio, me preocupa que Cristina, nos haya oído.
    
    -Ni me acordaba de ella. ¿Nos oiría?
    
    Cristina y Mariola, los habían oído.
    
    -¡Qué polvazo le echó tu padre y que desagradecida es tu madre!
    
    -Odio a esa cornuda. Por su culpa aún no follé con ningún hombre.
    
    -Ni ...
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