1. Mi sobrina de 5 Parte 4


    Fecha: 07/02/2021, Categorías: Incesto Autor: JSV0410, Fuente: SexoSinTabues

    ... endurecer del todo mi miembro, que formaba una tienda de campaña en mi pantalón, el cual dejó asombrada a la niña. Se separó de mí y me quitó la ropa a la vez que se quitaba la suya y me tiraba sus braguitas a la cara, olí ese aroma a vagina de niña, a colonia de fresas que venden para las niñas. Guardé ese ‘regalo’ y puse mi mano encima de ese coñito, comprobé enseguida que estaba mojado, metí un dedo dentro y acaricié con los otros toda la superficie de su vagina. Ella gemía y jadeaba pidiendo más, a lo que la levanté y la puse en posición de 69; ella rápidamente se metió todo lo que pudo de mi polla en su boquita, agarrando mis pelotas con sus manitas; y por mi parte abrí suavemente sus labios vaginales y metí mi lengua todo lo que pude, daba fuertes lamidas y chupaba ese dulce y suave coñito. Estuvimos un largo rato en esa posición hasta que de repente la niña aguantó la respiración un instante y se soltó, de su vaginita salieron fluidos que me inundaron la boca; fue su primera corrida, se derrumbó encima de mi barriga con uno de mis huevos en la boca y mi polla en sus manos. Me pidió un descanso, pero le dije que no, que yo aun quería seguir jugando. Le di la vuelta a la pequeña y la abrí de piernas, me miró con curiosidad y recuperando aun el aliento, entonces, suavemente metí mi durísimo cañón de carne en esa pequeña cavidad hasta dónde yo sabía que le entraba, ella arqueó la espalda y soltó un suave “Siiiiiií”. La agarré por las caderas y retiré un poco, volviendo a ...
    ... embestir de manera suave hasta el límite; ella gemía y soltaba pequeños jadeos mientras la follaba. De nuestras experiencias, vi que ella era muy ‘salvaje’ y se lanzaba hasta hacerme sacar la leche lo más rápido posible, así que decidí probar a hacerlo lentamente. Sacaba y metía suavemente agarrado a las caderas de la niña, suspirábamos de placer a cada embestida, a veces alargaba una mano y pellizcaba suavemente sus pezones, a lo que ella respondía acariciándome los huevos. Estuvimos casi una hora follando lentamente, sin movimientos fuertes, con delicadeza, entonces la levanté (sin sacársela) y la estiré panza arriba, quedando ella en el borde de la cama y yo de rodillas en el suelo, a la altura perfecta para follarla. Le di de nuevo su ración de polla a ese coñito hasta que noté que me dolían las rodillas, me puse de pie y levanté a Eli conmigo, mis embestidas eran mas profundas que antes, ella cada vez gemía más fuerte, de repente sucedió lo inevitable. Mis huevos se apretaron, de mi pene salieron varios chorros de semen espeso y caliente directo al interior de la vagina de la niña, ella me abrazó apoyando la cabeza en mi pecho a la vez que la ‘llenaba’ de leche; mi erección no bajó y decidí subir un poco el ritmo. Separé a la pequeña de mi y le di la vuelta hasta ponerla de cuatro patas en el aire (por suerte practico Judo y tengo mucha fuerza en los brazos, además Eli casi no pesa) y la ensarté de nuevo: “Aaaaaah, siiiiiiiii tiiitooo, ah, ah, ah, m-m-maaaaaás” – decía ...