1. Me llevó a un vagón del tren


    Fecha: 09/02/2021, Categorías: Lesbianas Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuando te vi en el bar.
    
    El que me estaba dando por el culo, ya me follaba a saco, se podía escuchar el sonido de su polla al entrar en mi ano y su pelvis golpear mi culo, plof plof plof.
    
    Me daba con toda su alma y empezaba a sudar por todos sus poros. Debía estar cansado de aquella postura en que me estaba dando por el culo, que pidió que lo siguiera cuando tirando de mí, así cómo me tenía abrazado por el vientre, y sin sacarme la polla del culo, me hizo que siguiera con mi culo pegado a su pubis, me hizo girar, sentándose él en el banco, y yo sentado sobre su polla.
    
    Así, así maricón, mueve tu culito y clávate mi polla. ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba el muy hijo de puta clavándome la polla en el culo.
    
    De esta manera, el viejo Jaime, se arrimó a mí, dejando que le agarrara la enorme polla que se gastaba el muy cabrón. Si la polla que me estaba dando por el culo ya era una gran polla, la del viejo Jaime, era todo un monumento, parecía que, en lugar de una polla, tuviese una manguera por verga. Cuando me metiese aquella anaconda en el culo, me iba dejar bien abierto el ano el muy hijo de puta. Menos mal que el primero en darme por el culo, no se gastaba semejante herramienta, que, si no, me habrían hecho sudar la gota gorda y reventado el culo.
    
    Agarré aquella manguera que se gastaba por polla el viejo Jaime, y a la vez que le acariciaba los huevos, le meneaba el pollón aquel, lo acercaba a mi boca cuando podía, y lo iba lamiendo.
    
    Eres bien ...
    ... viciosillo, maricón. Mira que te gusta la polla, ¿eh? Pues no te preocupes, que mira bien el rabo que te voy a meter en el culo, pedazo de maricón. Te voy a dejar el culo tan abierto que va a parecer un bebedero de patos.
    
    El cabrón que me estaba dando por el culo, empezó a gritar que se corría. ¡Ohhh! Me corro, me corro, gritaba mientras me clavaba la polla profundamente en el culo y movía su pelvis más rápido.
    
    ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba mientras eyaculaba en lo más profundo de mi culo.
    
    Cuando paró de descargar su semen en mi culito, quedamos parados allí sentados, el sobre el banco y yo sobre su polla. La polla que terminaba de darme por el culo poco a poco iba aflojando y saliendo de mi culo a la vez que notaba cómo me iba escurriendo la leche que me había inyectado en mis entrañas.
    
    Mi polla rezumaba semen por todo el glande, ya que hacía tiempo que no paraba de gotearme. Y así cómo estaba, agarrado a la polla descomunal del viejo Jaime, le daba lametazos y chupaba la cabeza mientras con una mano se la pajeaba, y con la otra le acariciaba los huevos.
    
    Estando así, recuperándonos de aquella follada, fue cuando vi al que resultó ser el tal Pepe, estaba mirando desde el pasillo, con la polla de fuera y sobándosela.
    
    Joder exclamé, ese supongo que será el tal Pepe, dije señalando a donde estaba.
    
    Sí, dijo el que me acababa de dar por el culo, ese es Pepe.
    
    La hostia, que morbo estaba sintiendo, además de darme por el culo aquellos sementales, otro viejo ...
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