1. Cómo nos conectamos con mi suegra de una forma especial


    Fecha: 10/02/2021, Categorías: Primera Vez Autor: granpescador11, Fuente: CuentoRelatos

    Bueno le comento que esto es real 100 x 100, mi nombre es Alex, soy alto 1,87 buen físico, tengo 30 años y con las mujeres siempre me fue muy bien, pero esta vez mi desafió iba más allá de una simple aventura, tenía uno extraño sentimiento de deseo hacia mi suegra desde que la había conocido. Ella no es muy alta, más bien bajita, de ojos azules y rostro muy bonito, su figura es propio de su edad (55 años), buen culo y lo que más me gustan son sus tetas.
    
    Todo comenzó el verano pasado cuando una tarde nos vino a visitar, ya que vivimos en la misma ciudad, siempre me lleve bien con ella y en más de una oportunidad habíamos cruzado miradas algo extrañas diría yo y cuando nadie nos observaba, eso llamaba más mi atención, siempre se preocupaba por mí y cada vez que nos veíamos nos saludábamos con un beso muy cerca de la comisura del labio, ella jamás los esquivó, y que hacían ir a mil mis ratones.
    
    El día que nos visitó, mientras estaba sentada en una reposera en el jardín, me mostró como se le había manchado la remera en la parte de abajo, instintivamente mire y no pude dejar de observar su entrepierna, quede atónito al ver como se marcaban sus labios vaginales en el jean, provocando en mi una erección inmediata que rápidamente se notó por lo que pude observar en su cara.
    
    Necesitaba verla, así que al otro día fui a su casa con la excusa de buscar unas herramientas que mi suegro tiene, llegue como a las 15:00 hs. y la encontré tomando sol, mi suegro no estaba. Tenía ...
    ... puesto una malla enteriza que poco dejaba ver, me quede charlando un rato con ella y me comentaba que le hacía bien tomar sol, yo deseaba tener acceso a ella en ese instante, no podía contener mi excitación, cuando se puso boca abajo le comente que el sol estaba muy fuerte y que si quería le pasaba protector solar en la espalda, se quedó callada un instante y me dijo que sí, pero que no le comente a su marido porque era muy celoso y lo podría tomar a mal, contestándole yo que no era para menos con semejante mujer, se sonrió y dijo “además podría ser tu madre”, respondiéndole “gracias a dios no lo es”, se quedó callada, sin decir nada.
    
    Tome el pote de protector solar y comencé a frotárselo en la espalda, se sentía muy suave, entonces me dijo que parecían masajes y que la relajaban bastante, continuando como si nada me ofrecí a hacerle unos buenos masajes, respondiendo que sí, pero que por favor quedara entre nosotros, para mí la idea de tener secretos entre nosotros realmente me brindaba otras posibilidades.
    
    Comencé con mi masaje, podía notar como se relajaba ya que se encontraba acostada boca abajo, aunque la malla me limitaba los lugares de acceso le dije que necesitaba alinear las vértebras con mis pulgares, por lo que sin que lo pensara dos veces, quede sobre su espalda y con mis pernas a un lado de las suyas, se movió un poco y pensé que me pediría que saliera de arriba de su espalda, pero no, se acomodó y me dijo… “de esto a nadie por favor”.
    
    Mis movimientos y mis ...
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