Mi verdadera esposa
Fecha: 12/02/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hace una semana que descubrí que mi esposa me es infiel. Yo
tengo 29 años y ella 24. Nos casamos hace apenas diez meses. Ella es de tez
clara cabello castaño claro, ojos color café claro, su busto es talla 34b, y sus
piernas son su mejor atractivo, siempre que usa minifaldas llama la atención de
todos los que la ven, para colmo y por si fuera poco, siempre, desde que la
conocí se depila perfectamente su conchita, sus labios vaginales en color rosado
se tornan rojizos cuando se excita.
Desde que éramos novios yo sospechaba que ella tenía alguna
aventura, pero no quise aceptarlo. Una vez que nos casamos su actitud, fue un
poco más descarada, pero siempre sin poder comprobarle nada. Llegaba yo del
trabajo y ella se encontraba muy arreglada, según para que saliéramos, pero
había detalles que me indicaban que ya había salido. Aunque siempre vistió y
viste de manera sexy y sensual, en ocasiones la encontraba vestida de manera muy
atrevida para estar sola en la casa, siempre según ella con el pretexto de que
era por mi y para mi.
Pero resulta que hace tres semanas tuvimos una reunión en la
oficina, y a la mera hora decidí no asistir ya que era algo informal y para
cuestiones muy distintas a lo laboral.
Era viernes, y por lo mismo de la reunión el trabajo termino
a las dos de la tarde, siendo las seis lo mas temprano que puedo salir de
trabajar, pues bien resulta que aprovechando que iba a tener toda la tarde ...
... libre
decidí ir a mi casa con mi esposa y sacarla a bailar o a cenar, a algún lugar.
Grande fue mi sorpresa cuando al llegar a casa mi esposa no se encontraba, así
que sometido por mis celos y mis dudas decidí dejar el carro a unas cuadras de
la casa en un centro comercial cercano, y regrese de inmediato a la casa para
esperar a que llegara mi esposa. La ventana de nuestra recamar da a la calle y
esta en el segundo piso. Desde ahí podría ver perfectamente cuando llegara…
Llego pasadas las cuatro de la tarde, a bordo de un carro muy
lujoso, antes de que se bajara pude observar claramente como una mano del hombre
que manejaba el carro estaba sobre sus piernas y la minifalda que llevaba puesta
estaba tan arriba que parecía que no traía falda, se podía apreciar
perfectamente su tanga blanca. Se despidieron durante unos cinco minutos, en los
cuales, intercambiaron demasiadas caricias y besos para una despedida.
Finalmente ella bajo del carro, traía puesta una blusa de botones completamente
abierta, dejando ver su bra de media copa de encaje blanco, su minifalda era una
de las mas cortas que tiene, y que normalmente no le gusta usar (según) cuando
salimos. Entro a la casa no sin antes volver a despedir al hombre del carro
aquel. Cuando entro a la recamar no supo que hacer ni que decir, se quedo parada
y yo pienso que casi se infarta. Solo atine a pedirle una explicación, le pedí
que me dijera que estaba pasando, le pedí que me contara que ...