Necesito consejo
Fecha: 17/02/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... cara y dejé de sentir y pensar. Caí en un negro pozo y no me enteré de nada más.
Cuando desperté entraba poca luz por el ventanal (Luego resultó que era una lámpara de mirar radiografías que mantenía la habitación en penumbra). Intenté moverme, pero un agudo dolor en mi costado lo impidió al tiempo que unas grandes náuseas atenazaban mi garganta y estómago. Mover la cabeza también resulto imposible por el dolor. Solamente pude mirar lateralmente con un solo ojo, pues el otro no lo podía abrir. En la habitación estaban mi mujer, nuestros vecinos Sofía y Julián y el oficial médico del barco.
Al principio me encontré desorientado, sin saber que pasaba, ni reconocía el lugar, por lo que pregunté:
-¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy así?
El primero en hablar fue Julián:
-Perdona Jorge, pero fue un gesto impulsivo. Cuando te vi abriendo la puerta de mi camarote desnudo, pensé que mi mujer y tu estabais follando y poniéndome los cuernos, y mi primer impulso fue partirte la cara, pero con la mala suerte que caíste hacia atrás y te golpeaste en la cabeza con alguna parte de la cama.
-¿Y por qué me duele el costado también?
Mi mujer se puso a llorar desconsolada. Entonces continuó el oficial médico.
-Al parecer, con el alboroto que se armó, se despertó su esposa y se acercó. Cuando le vio en el suelo desnudo, pensó lo mismo que su vecino y le dio algunas fuertes patadas en su costado, dando gritos de hijo de puta Infiel y cabrón, que fue el momento ...
... en que llegué yo, que me encontraba haciendo una ronda por el barco.
Y continuó.
Al parecer, se equivocó de habitación y se metió en la de su vecino. Su esposa estaba durmiendo y no se enteró de nada, hasta que llamaron a la puerta, abrió usted y sucedió todo.
Mi mujer se lanzó hacia mí, llorando y me abrazó pidiendo que la perdonase. Mis gritos debieron sonar en todo el barco. El dolor en mi cabeza y costado fue terrible. La retiraron mientras seguía pidiendo perdón. No se ya si por las patadas o por el daño actual.
Me informaron de que estaba en la enfermería del barco y que me mantendrían 24 horas en observación y reposo. La tarde paso entre breves intercambios de frases y largas cabezadas de sueño.
A todo esto, se hizo la hora de cenar y les pedí que se fueran ellos, que yo me quedaba solo, pero mi esposa no quiso y acordaron que Julián se iba a su camarote a descansar un momento, pues no había dormido nada, mi esposa a buscar algo de comida para ella y algo ligero para mí y Sofía insistió para quedarse mientras tanto por si necesitaba algo.
No hicieron nada más que salir, cuando ya estaba metiendo mano bajo la ropa de cama y agarrando mi polla, que increíblemente se encontraba en estado de semierección, y empezó a masturbarme, consiguiendo en segundos una nueva y completa erección.
-Perdona, -le dije- me equivoqué de habitación y como habíamos decidido mejorar nuestra relación sexual, pensaba que mi mujer, en contra de su costumbre habitual de dormir ...