1. Mi Suegro Favorito


    Fecha: 27/10/2017, Categorías: Tabú Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... movimientos que conlleva, sufre un agudo dolor lumbar que lo somete agresivamente.-Ayayayay… … Ayay… … Aaaaaah… … Ooh… … Por Dios- estrujando su expresión facial.Cae, aparatosamente, sobre el césped, con gran disgusto, ante la repentina preocupación de su invitada, quién termina por encontrarle la gracia a tan inusitada tesitura:-Ja, ja, jah… … Julián… … ya no tienes edad para estos trotes- sonriente.-Maldito lumbago… … que inoportuno… … !Maldición!- tumbado bocarriba.-No te muevas… … Espera- le ordena mientras se inclina hacia la piscina.Marina se hace con el cojín que estaba usando, hace un rato, como almohada para tomar el sol. Cuidadosamente, levanta la cabeza del lisiado y lo acomoda mientras intenta calmarlo:-Relájate. Solo necesitas un poco de reposo- acariciándole las mejillas.-Pero es que… … todavía no… … no había terminado- protesta disgustado.Con la piadosa intención de cuidar del abuelo, Marina descarta el conveniente final de tan decadente besuqueo. Tras adaptar su postura, con las rodillas por encima de la cabeza de Julián, apoya sus manos en el césped y hace bascular esas extraordinarias tetas muy cerca de su cara, terminando por propiciar un sublime restriego facial que no requiere del más mínimo esfuerzo por parte del afortunado caído.Los lengüetazos del viejo son sorprendentemente notorios. Conociendo su escasa oratoria, nadie hubiera dicho que un apéndice bocal tan silencioso pudiera adquirir tanto protagonismo en las circunstancias adecuadas.-Te gustan ...
    ... ¿eh, sinvergüenza?- entre suspiros.Marina usa una de sus manos para apretar, uno tras otro, sus pechos gloriosos contra el jubiloso rostro de Julián. Ojea su alrededor cautelosamente: no hay ninguna casa cercana, ni vecinos entrometidos, ni transeúntes ocasionales… Solo Turbo les observa, con una mirada vacía de entendimiento, mientras reposa, sosegadamente, sobre el césped, a un par de metros.La postura de Julián está condicionada: no se permite tender las piernas y ha colocado las manos, estratégicamente, empleando una táctica que no logra engañar a nadie; pues la chica ya se ha percatado de que algo gordo se está cociendo por debajo de la tela de esos pantalones cortos.Desobedeciendo las firmes directrices de la joven, el viejo empieza a usar sus manos para amasar esas generosas gemelas esféricas sin dejar de babearlas. Marina no parece muy ofendida por tal afrenta y no toma ninguna medida al respecto. Se limita a regocijarse mediante sugerentes gemidos infantilizados.El gozo extremo de Julián se ve interrumpido, repentinamente, por la súbita desaparición de su codiciada benefactora mamaria. Deslumbrado por el sol, intenta comprender la razón de tan trágico distanciamiento. Pronto recaba en el inoportuno sonido de un coche que, en estos momentos, está pasando por delante de su casa.-Esa no… … Esa no es Marcela- exclama agraviado.-¿En serio?- responde ella ya con su camiseta puesta -Bueno, de todos modos, nos estábamos saliendo de madre. Mejor dejarlo así-Marina se alegra de ...
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