1. Mi Suegro Favorito


    Fecha: 27/10/2017, Categorías: Tabú Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... impulsada por una curiosidad perturbadora. Unos eternos instantes indecisos dan recorrido a esa espera desquiciante, hasta que, finalmente, los puntiagudos dedos de Marina agarran la polla venosa de Julián tenuemente, doblegando su verticalidad con delicadeza. Para su sorpresa, la chica nota unas contracciones fálicas cargadas de impaciencia.MARINA: No te voy a hacer una paja, Julián. Eso sería enfermizo.JULIÁN: Tócame los huevos, Marina… … Al menos dame eso.En vista del panorama que se augura, a la chica no le parece disparatada esa petición. Con un inesperado ímpetu, le agarra por los cojones, suscitando un gemido quebradizo que denota una gran fragilidad. Atendiendo a esa queja, Marina suaviza sus juegos digitales durante placenteros momentos hasta que:-Ufff- suspira ella -Qué bochorno. Me estoy tostando con este sol-Lo abandona, despiadadamente, mientras se dirige a la piscina, con la intención de refrescarse de nuevo. Marina baja los escalones sumergidos con pasos sugerentes mientras mira al viejo desamparado que ha dejado tirado sobre el césped.Julián no está dispuesto a rendirse tan fácilmente. Con su honor completamente arrinconado por un deseo arrollador, se incorpora sorteando los dolores de su lomo. El primer pinchazo ha sido muy fuerte, pero puede que no sea para tanto.Mientras Marina nada estilosamente, dándole la espalda, Julián termina de desnudarse y se adentra en sus mismas aguas, castigando a su epidermis con un impactante choque térmico. Al darse la ...
    ... vuelta, la chica se percata de esa traviesa actitud:MARINA: Debería de haber hecho como tú. Ahora no tendría la camiseta empapada.La fina tela blanca de esa prenda se pega a ella como si de una segunda piel se tratara, transparentando por completo su infartante anatomía mamaria. Lejos ha quedado ya la incapaz parte de arriba del bikini de Kiara, que, olvidada y humillada, permanece sobre el césped hecho un manojo.Salpicado por una envidia canina, Turbo también se ha lanzado, torpemente, a las acuáticas olas domésticas de la familia Tenorio. Pronto se cansa de nadar y se apresura a regresar a su ubicación original, al tiempo que sacude su pelaje para expulsar gran parte de la humedad que trae consigo.Ajeno a la ejecución de ese hábito perruno, Julián persigue, infructíferamente, a Marina, quien no para de darle esquinazo mediante gráciles maniobras de sirena. Esa ágil juventud humilla, sin miramientos, a la lesionada vejez que intenta darle caza.Las risas de la muchacha resultan más hirientes de lo que ella misma pretende. Derrotado, Julián termina por encaramarse por los escalones, forrados de azulejos turquesa, y sale cuidadosamente, dejando ver su fofo culo blanco. Se sienta en el penúltimo peldaño, apoyando su espalda en el borde de piedra grisácea, y reposa, desnudo, a la luz de ese sol radiante que parece darle ánimos con su candente y luminoso calor.“¿Qué estoy haciendo? Me comporto como si fuera un jovenzuelo. ¿Qué es lo que pretendo realmente?”Julián se sincera consigo ...
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