Mi Suegro Favorito
Fecha: 27/10/2017,
Categorías:
Tabú
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... de su situación. Ni siquiera recuerda cómo se siente un orgasmo, pero algo muy gordo de empieza a sobrevenirle mientras sigue follándose, ávidamente, las fastuosas tetas de su nuera preferida.Pero el destino es muy cruel, a veces, y parece tener debilidad por las tragedias griegas a la hora de disponer sus cruentos designios despiadados. Desde la lejanía, el sonido del coche de Marcela ha ido ganando protagonismo hasta que, finalmente, consigue romper el tupido velo de obcecación que daba vigencia a la sordera de los habitantes de ese jardín.-¿Esa sí es?- pregunta Marina, alarmada, tras voltear la cabeza.-NoOh- exclama Julián -noOh… … no es posible… hhh… NoOoh… … Eso no…-Su negación no contesta a la pregunta que se le ha formulado. Es su manera de dar voz a la tremenda frustración que le está sobreviniendo a raíz de una realidad tan difícil de encajar.-Vístete, Julián- susurra ella con toda su urgencia mientras se sumerge de nuevo.-No… … No me lo creo- insiste él, incapaz de asumir esa atroz interrupción.Marcela aparca el coche y no tarda en apagar el motor. Aturdido y todavía noqueado ante la afrenta de tan indeseable comparecencia, Julián intenta encontrar un poco de sensatez. Siente el acecho de las nefastas consecuencias que podría tener ese inconveniente advenimiento conyugal en caso de no poder subsanar la indiscreción de sus deshonestas fechorías carnales.“Aún no puede verme. Dispongo de unos segundos para alcanzar mis pantalones y mi camisa. Esa es mi única ...
... esperanza”Con su movilidad coartada por su reaparecido dolor lumbar, el viejo se da toda la prisa que puede a la hora de recuperar su indumentaria veraniega, alentado por los ladridos de Turbo.-Pásame el bikini de Kiara- susurra Marina imperativamente.Julián obedece con una destreza impropia de un hombre tan mayor. Recupera esa pequeña prenda y la lanza, certeramente, hacia la ubicación de su joven invitada flotante. Acto seguido, se pone la camiseta y se enfunda unos pantalones cortos que, gracias a una bragueta abotonada, no conllevan el peligro que representaría una cremallera en tan acelerado contexto; sin las defensas que podrían ofrecer unos buenos calzoncillos.Tras vislumbrar la tardía aparición de su mujer en su ángulo visual, Julián opta por ocupar su hamaca a modo de disimulo.Marcela articula la oxidada puerta del jardín cargada con un par de bolsas. No viene sola. A su lado, una raquítica mujer madura le ayuda con parte de la pesada carga procedente del mercado. Llevan mucho rato parloteando. Precisamente, ha sido ese marujeo el que las ha entretenido a la hora de aparecer en escena. Mientras andan por las piedras cortadas que trazan un irregular camino sobre el césped, ven a Julián y le saludan:MARCELA: Hola, Julián… … Mira a quien he encontrado.ALEJANDRA: Hombre, don Julián. !Cuánto tiempo!JULIÁN: Hola, Alejandra… … Hola a las dos.El viejo intenta simular sosiego, pero el excesivo balanceo que le mece, entre esos dos grandes algarrobos, contradice su convincente actuación. ...