CORNUDO PRIMERIZO - Relatos Eróticos

CORNUDO PRIMERIZO

Soy un hombre poco dotado, mi polla me mide 13 cms en erección mas bien gruesa, por otra parte mi esposa siempre ha sido una mujer atractiva aún hoy es una madura muy atractiva, una mujer de 1,72 de altura, de 110 cms de pecho, un culo riquisimo, caderas anchas. Desde hace unos años, empecé a tener una fantasía, que mi esposa se lo montaba con otro ante mi, es decir ser un cornudo consentidor y esta fantasía cada vez fue creciendo y creciendo mas, pero cuando de verdad, empecé a tomarla en serio, fue cuando mi segunda hija se independizó, cuando de nuevo quedamos solos en la casa los dos. Con el tiempo llegué a proponerselo a mi esposa, pero simplemente esta lo rechazó, aunque yo sabía que solo sería el momento y lugar, como he dicho mi esposa en realidad es muy caliente, nada mojigata, morbosa, aunque a ella le cueste reconocerlo, nos lo hemos montado en el cine, en el coche incluso en los servicios en una boda, solo es calentarse y ya haces lo que quieres con ella además de excitarle, pero esto era distinto, era que hubiera alguien más, yo deseaba ver como lo haria con otro hombre y si este era bueno en el sexo mejor. Pasaba el tiempo y no era capaz de nada, incluso le pedí ir ambos a un club liberal, se negó, le pedí buscar para hacer un trio con otro hombre se negó, así pasó años, yo ya estaba desistiendo, seguimos con nuestra monotonia en la casa, hacía ya mas de un año que se lo habia pedido la última vez, era lo del pub liberal, ya no volví a decirle nada más. Este ...

... sábado, quedamos como algunos sábados con tres matrimonios amigos, salimos a cenar las cuatro parejas, para terminar en un disco pub, bailando y charlando, hasta que sobre las dos de la mañana nos despedimos, nos subimos al nuestro coche un monovolumen amplio y en principio ibamos a casa, mi esposa iba con un vestido, por encima de las rodillas, mientras yo conducia por la ciudad mi mano se posaba en su muslo lo acariciaba, pronto comprendí que ella tenía ganas, así conduciendo, con la otra mano le fui metiendo a mi esposa lo que me era posible,la mano bajo el vestido ella se abria de piernas llegué hasta acariciar sus bragas, a la altura de su coño, a su vez ella sin sacar mi polla del pantalón la acariciaba sin parar el pantalón, yo no quería ir a casa, quería montarmelo en el coche, cambiar la monotonia, y hacia muchisimo no me lo montaba en el coche con ella, estabamos ya casi en nuestro barrio, cuando, me quité de la avenida y entré en un barrio cercano, lo atravesé totalmente y abandonando la carretera entré en un descampado de tierra, era un lugar de ocio con merenderos con arboles, empecé a buscar un lugar alejado de la entrada, recorri los caminos de tierra y de repenté me dí de bruces con un coche parado oscuro yo lo alumbré totalmente vi que solo habia un pasajero en un principio pensé en alejarme de allí pero de repenté una alarma saltó en mi cerebro, paré, apenas quedé a 20 metros del coche, apagué las luces y mi esposa y yo empezamos a besarnos, hasta que la hice ...