1. La iniciación.


    Fecha: 27/10/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuerpo. Metía un dedo en mi boca y después de ensalivarlo jugaba con mis pezones, volvía a meterlo en mi boca y así un buen rato. Me pellizcaba los pezones, los estiraba, los retorcía entre sus dedos, cada vez mas fuerte y seguía metiéndome los dedos en mi boca para seguir jugando con mis pezones, cada vez más duros, erectos y doloridos. Empezó a lamerlos y a morderlos, primero suavemente para ir gradualmente incrementado la mordedura sobre ellos. El dolor era bestial, deseaba que parara, pero quería que siguiera. Me imagino que más de uno me entenderá. Yo quería bajar mis manos de mi nuca, separarme de el y acariciarme los pezones para poder descansar de tanto dolor, pero el me decia, Adri te gusta y lo estas disfrutando cuando quieras lo dejo pero., ¿seguro que es lo que quieres?, ¿lo dejamos aquí? a lo que mansamente le respondí: No Señor, me gusta. Él estaba disfrutando de este, mi primer reconocimiento. Tenía una buena erección que se le notaba a través de la ligera ropa que llevaba. A continuación y tras dejarme los pezones a máxima sensibilidad y muy doloridos empezó a jugar con mis nalgas, ano, pene y huevos. Me acariciaba mis nalgas y les daba de vez en cuando un sonoro cachete incrementando gradualmente la fuerza, me separó las piernas y siguió dándoles cachetes y acariciándolas, pasaba un dedo por mi raja, despacio, jugaba suavemente con la entrada de mi ano y volvía a los cachetes, las nalgas estaban enrojecidas de tanto cachetazo y mi ano palpitaba cada vez que ...
    ... el jugaba con su dedo. Entonces, sin avisar, me hizo girar y cogió mis huevos con su mano, los fue apretando gradualmente hasta que chillé de dolor, retiró su mano y dejó que asimilara todo el dolor que me había producido, instintivamente baje mis manos a mis doloridos huevos, los cogí suavemente con mis manos y me los masajeé con la vana intención de que ese dolor intenso desapareciera. Cuando desapareció el dolor me dijo muy suavemente al oido. "adri cielo, ¿te he dado permiso para que bajes tus manos? así que sin esperar respuesta por mi parte volvió a coger mis huevos y volvió a estrujarlos, esta vez más fuerte. Chillé, me contornee pero conseguí no bajar mis manos, entonces me dijo: mi niña zorra, aprendes rápido y me gustas. Entonces cogió mi colita con su mano y la fue pajeando lentamente, me llevo al límite en tres ocasiones y me dejo con las ganas de correrme. Yo solo deseaba hacerlo, el lo sabía y me negaba ese derecho. Me dijo: es hora de comer y no tenemos nada, voy a salir a comprar algo y vuelvo enseguida, pero... y ese pero me puso alerta. Antes de irme te voy a preparar. Yo seguía de pié con las manos detrás de mi nuca, las piernas semiabiertas y los pezones hinchados y doloridos al igual que mis huevos. Ató un libro a un cordel y después ató el otro extremos a la base de mis huevos quedando el libro colgado de mis partes. Medijo que hasta su regreso permaneciera asi, se vistió y salió de casa. Allí estaba yo, desnudo con un libro colgando de mis huevos. El ...