1. Los albañiles de la construcción


    Fecha: 25/02/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Fue realmente delicioso haber sido poseido por esos cinco machotes de la obra en construcción a la cual accedí sin siquiera proponérmelo. Desde ese dia en adelante casi todas las tardes me dejaba caer por la obra y no faltaba alguno de ellos a quienes les sobraba semen y querían depositarlo dentro de mi hermoso culito adolecente. A veces coincidía en que me comia a dos y otras , la mayoría, solo a uno pero como cambiaban los turnos, era como conocer a alguien nuevo todas las tardes. Con el Capataz fue con quien mas sexo tuve ya que a veces oficiaba de rondín en la obra y se quedaba solito toda la noche aunque si bien yo no me podía amanecer en sus brazos musculosos, si podía quedarme un poco mas tarde y realmente disfrutaba esas culeadas ya que al estar solos, el se prodigaba en ser un buen amante, gentil, apasionado y nunca me dejó ir vació. Siempre regresaba a mi casa con millones de sus hijitos dentro de mis tripitas. Con el practique variadas poses amatorias. De pie apoyado en la muralla, tendido sobre la mesa de comedor con mis talones en sus hombros, en cucharitas, a lo perrito, a borde de catre en 4. Otras veces le practicaba una felación profunda a toda garganta y allí me depositaba sus "chiquillos malcriados" a fondo de mi garganta. Una tarde de esas en que estábamos reposando el primer polvo estando ambos completamente desnudos y yo me recostaba tiernamente sobre su pecho, me preguntó si le molestaría volver a tener una nueva sesión de sexo grupal; esta vez eso si ...
    ... con una diferencia. Participaría su hijito de 11 añitos, el Ingeniero Jefe de la obra y aquel obrero vergón a quienes todos apodaban el "monstruo". Está demás decir que yo accedí de inmediato ya que un panorama como ese no se desecha bajo circunstancia alguna máxime si ya estaban por terminar mis vacaciones escolares de invierno. Yo le abrace apasionadamente y parando mi cola le hice saber que estaba listo para un segundo polvo diciéndole que no me iría asi nomas a mi casa con tan pocos de sus "chiquillos" en mi interior. Esta vez me tendí yo sobre su pecho y separando mis níveas piernitas, me comencé a restregar sobre su cuerpo hasta que sentí que su verga estaba al cien por ciento una vez mas. Alli la tome con una de mis manos y me enterré el sólo glande pasada la puerta de entrada de mi reino de placer. Me fui incorporando poco a poco mientras retrocedía moviéndome como una serpiente para lado y lado hasta que su poderosa herramienta hubo entrado completamente. Sentí que los vellos pubianos se restregaban contra mi pancita siendo esa la señal para transformarme yo en un torbellino de placer. Como teníamos tiempo cuando notaba que estaba por comenzar a eyacular, me detenía hasta que se le pasaban los gusto para, acto seguido; volver a ejercer toda mi sapiencia de putito adolescente y recomenzar el ciclo una vez mas. De verdad ambos estábamos gozando del polvo. El con su madurez y virilidad y yo con mi apasionado y explosivo carácter que tanto gustaba a todos. Le hice pasar ...
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