1. Extorsión a una mujer casada (parte 02)


    Fecha: 25/02/2021, Categorías: Hetero Autor: Stoner, Fuente: CuentoRelatos

    ... completo en su interior. Su concha parecía succionar mi verga. A su vez, Héctor aferraba su cabeza y le hacía tragar íntegramente su pija. La señora ya no solo que no ofrecía resistencia, sino que se dejaba hacer sumisamente y soltaba gemidos cada vez más intensos.
    
    De pronto Victoria contrajo sus nalgas y juntó sus rodillas con fuerza. Adiviné que se iba a correr nuevamente y eso sucedió. La señora soltó un sentido orgasmo y para no gritar engulló completamente la verga de mí amigo. Eso fue demasiado para mí y eyaculé profusamente dentro de su mojada concha. A su vez, Héctor soltó un grito que indicaba que también se estaba corriendo en el interior de la garganta de Victoria. Espesos hilos de semen corrieron por las comisuras de los labios de la mamá. Saqué mi verga dura y mojada por sus jugos y los míos. Victoria levantó su cabeza y llevó sus manos a su boca.
    
    - Te lo vas a tragar todo, putita – le advirtió Héctor mirándola fijamente.
    
    La señora, de rodillas como estaba, bajó sus manos, alzó su cabeza, cerró sus ojos con fuerza y con un gesto de aversión cerró la ...
    ... boca y se tragó aquello.
    
    - Muy bien, Vicky – dijo Héctor, sonriente -, ahora abrí la boca y mostrame, que quiero cerciorarme.
    
    Victoria, ya definitivamente vencida, abrió su boca para mi amigo pudiese ver.
    
    - ¡Se lo tragó todo! – exclamó sorprendido Héctor -. Así me gusta, Vicky.
    
    Entonces Victoria avanzó de rodillas hasta el sillón, se dejó caer sobre él escondiendo su rostro y se largó a llorar desconsoladamente.
    
    Héctor y yo nos incorporamos y nos cambiamos. La mamá de Pablo lloraba con el rostro hundido en el sillón. Una vez cambiados, mi amigo recogió del modular el bolso que contenía la filmadora, chequeó que la cámara lo hubiese tomado todo, y una vez que se cercioró, chocamos nuestras palmas.
    
    Antes de abandonar la casa, Héctor se acercó a la mamá.
    
    - Chau, Vicky, hasta la próxima – se despidió al tiempo que le propinaba una sonora palmada en el culo. La mujer ni se inmutó.
    
    Una vez fuera de la casa, Héctor me dijo:
    
    - Mañana le hago llegar el videíto. Esto recién comienza.
    
    Nos guiñamos un ojo y nos despedimos. Una tarde inolvidable.
    
    CONTINUARÁ… 
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