1. La reeducación de Areana


    Fecha: 26/02/2021, Categorías: Hetero Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta que acabemos, puta, y te va a convenir hacerlo bien, a menos que quieras que te llevemos donde ya sabés.
    
    “A la sala de castigos.” Pensó Elena recordando el escalofrío que la estremeció cuando entró por primera vez a ese recinto, invitada por Amalia, que ahora se tendía de espaldas en la cama, separaba las rodillas, flexionaba las piernas y le indicaba a Elena que adoptara la misma posición. Elena lo hizo y entonces Amalia le ordenó a la pupila:
    
    -Aquí nos tenés, ramera, nuestras conchas esperan tu tributo, ¡ponete a trabajar! Empezá con mi amiga. Gentileza de la casa.
    
    -Sí, señora… -murmuró la hembra y de rodillas se desplazó hasta ubicarse ante Elena, entre sus piernas. Se inclinó lentamente, con sus ojos fijos en esa vagina rasurada entre cuyos labios se advertían los destellos del flujo que brotaba. Entreabrió con sus dedos los labios mayores y hundió su lengua entre ellos tan profundamente como pudo. Elena gimió mientras movía la cabeza a ambos lados, una y otra vez. La pupila comenzó a lamer a derecha e izquierda, de arriba abajo y cada tanto metía su lengua asombrosamente larga en el sendero que ya era un río, y entonces Elena gritaba y la insultaba, todo casi al mismo tiempo. De pronto, esa lengua comenzó a trabajar en el clítoris, que encontró ya duro y fuera del capullo. Elena, en las cumbre del goce, seguía con sus gritos e insultos mientras la pupila lamía el clítoris y a veces lo encerraba entre sus labios y lo sorbía, para volver después a azotarlo ...
    ... con lengüetazos endiablados hasta que Elena explotó entre alaridos y corcovos en un orgasmo violento e interminable, con abundante fluir que la pupila bebía ávidamente.
    
    Amalia, que no había dejado de tocarse y estaba excitadísima, no le dio respiro:
    
    -¡A mí, ahora, grandísima puta! ¡Vamos! –urgió.
    
    La mujer tomó posición aún jadeando y repitió la tarea, pero antes bebió el flujo que bañaba los labios mayores, como si se tratara, y así lo apreciaba ella, de un exquisito licor.
    
    Mientras la lengua de la pupila se adentraba en las húmedas profundidades, Elena sentía crecer el deseo de penetrarla por el culo con ese maravilloso aparato que Amalia le había revelado. No quiso perder tiempo y entonces se lo colocó, con un largo gemido cuando el dildo posterior entró en su concha empapada de flujo. Terminó de ajustar el correaje mediante las correspondientes hebillas y entonces, en tanto la pupila continuaba honrando con su lengua la concha de su adiestradora, se puso de rodillas a espaldas de ella y empuñando el dildo con su mano derecha comenzó a frotarlo contra las amplias y apetecibles nalgas. Ante la sorpresa, la pupila interrumpió la tarea y levantó un poco la cabeza, lo que le valió una bofetada de Amalia, que se había incorporado a medias, y una amenaza:
    
    ¡Volvé a tu trabajo, puta de mierda, o te mando a tu cucha sin nada!
    
    La perspectiva sonó terrible para la pobre mujer, que de tan excitada no veía la hora de ser recompensada con un buen polvo.
    
    Poco tardó ...