1. Adriana, una mujer multiorgásmica


    Fecha: 28/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos

    ... impensable.
    
    Así trascurrió mi adolescencia y los primeros años de mi mayoría de edad, hasta que conocí a Guillermo, un compañero de trabajo, con el que tuve que hacer equipo, para llevar a cabo las funciones y responsabilidades que me habían asignado en la empresa. Frecuentemente teníamos que trabajar hasta tarde y organizar algunas operaciones propias del negocio, que se llevaban a cabo en unas instalaciones retiradas de las oficinas corporativas. Guillermo era 6 años mayor que yo y técnicamente era mi jefe, tenía mucho tiempo más que yo en la empresa y era quien tenía la experiencia operativa, yo hacía más una labor de apoyo administrativo. Soltero, con una hija pequeña (la cual vivía con su abuela paterna en una población cercana), jamás hablaba de la madre de su hija, totalmente dedicado a su trabajo excepto dos fines de semana al mes, que era cuando visitaba a su hija.
    
    Teníamos poco más de un año de trabajar juntos y habíamos hecho una gran amistad, no solamente en lo laboral, sino que nos habíamos vuelto amigos fuera de la oficina, casi diario comíamos juntos, algunos fines de semana íbamos a bailar a algún lugar (más por mi gusto al baile que por el suyo), y en otros íbamos a algún juego de americano (más por su gusto que por el mío), sino habíamos formalizado nuestra relación, era por el temor a que esto perjudicara nuestro trabajo. Pero la convivencia diaria y el estar hasta tarde solos, nos llevó por consecuencia al siguiente nivel.
    
    Un día que nos ...
    ... encontrábamos en la planta operativa, después de que todos se habían retirado y que ya solamente nos encontrábamos los dos, empezamos a hablar sobre mis experiencias en lo relacionado al sexo, lógicamente poco o nada tenía para contarle, pero si le mencione al respecto de lo que había experimentado a solas. De una u otra forma, nos fuimos acercando, tanto física como espiritualmente, los dos teníamos ganas de romper los límites y esta fue la oportunidad.
    
    Llego un momento en que empezamos a tener contacto físico, nuestras manos se buscaron y después fueron nuestros labios los que se encontraron unidos. Y de ahí, llego lo que tanto deseábamos.
    
    Unidos por un beso largo y apasionado, nos dirigimos a la sala de espera y nos recostamos, sus manos acariciaban, mis piernas, mis nalgas, mi espalda y mi busto en una serie de caricias largas y sensuales, mientras sus labios buscaban mis oídos, mi cuello, mi cara y sobre todo mis labios, musitando, lamiendo, chupando y besando todo pedazo de piel que encontraba. Con solo esto, Guillermo me estaba llevando a un paraíso que ni en mis mejores auto sesiones había llegado.
    
    Yo estaba como despistada, sin haberme dado cuenta, me encontraba semidesnuda, mi blusa y mi corpiño se habían abierto por arte de magia, mis pantalones abiertos, empezaban a bajar sobre mis piernas. Tiernamente mi amante acomodaba mi cuerpo para ir retirando toda esa ropa que le estorbaba hasta tenerme totalmente desnuda frente a él.
    
    Entonces su boca y su lengua, ...