VOYEUR CON PERMISO DE MI HERMANA - Relatos Eróticos

VOYEUR CON PERMISO DE MI HERMANA

Ella era una ninfa morena clara con cabellos café oscuro igual que a los rasgados ojos, tenía estatura media y sus mamas eran como dos medianas jícaras, con una cintura propia de sus caderas de "miss" azteca.

Y por fortuna de los dioses esa deidad era mi hermana, que en lugar de bañarse en el piso del cielo, en el baño que estaba junto a su nube, mejor se bañaba en la planta baja en un baño que estaba sobre la tierra, entre tres paredes no muy grandes: la puerta con vidrios opacos pero transparentes según los velaba con la blanca toalla, pero no tapaba las grandes aberturas que habían en la puerta arriba y abajo, por lo que yo me asomaba a espiarla con su permiso para verla desprenderse de sus prendas íntimas, y despampanante y completamente en cueros se sentaba de perfil en el blanco inodoro, en que regaba con sus turbias aguas la taza, e inocentemente se chupaba un dedo "como si no rompiera un plato" a sus 20 años... luego jugaba un poco con los duros y colgantes senos, y finalmente con la gracia de la mujer bella se levantaba para colocarse bajo de la regadera, bailaba suave cadenciosa y acariciándose las caderas admiraba su cuerpazo, seguido se vestía con blanca espuma, espuma que las manos del agua lascivas hacían trizas, pero lo que más me enloquecía era cuando subía una pierna al retrete para enjabonarla, y luego la otra, resaltando a lo máximo su hermoso culo protuberante e increíble, que lujuriosamente yo espiaba con su permiso.